| EFE

Delito con cárcel.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, afirmó ayer que no ha dado “marcha atrás” sobre la intención de su gobierno de tipificar como delito la inmigración ilegal, y que su posición contraria a este hecho, expresada el lunes pasado, solo es “una opinión personal”.

“Sobre la inmigración no he dado ninguna marcha atrás. He expresado una opinión personal, que ya había mostrado en el Consejo de Ministros”, cuando se aprobó el proyecto que ahora debe debatir el Parlamento, dijo Berlusconi. Agregó que la prensa tergiversó sus palabras y ha actuado “con mala fe”.

El dirigente explicó su “pensamiento personal” y dijo que una norma que prevea la cárcel “para, por ejemplo, cuatro mil inmigrantes que entren al día, supone tener muchísimos magistrados capaces de intervenir y otras tantas prisiones para alojarlos. Es una cosa que no se puede concretar”, añadió Berlusconi, que reiteró que el Parlamento deberá expresarse sobre el proyecto aprobado por el Gobierno y que contempla la introducción del delito de inmigración clandestina.

La UE trata hoy reformas
Los países miembros de la Unión Europea (UE) y el Europarlamento llegaron ayer a un acuerdo final para impulsar la denominada Directiva Retorno, que establece nuevas reglas de detención y expulsión de indocumentados hallados en su territorio, según reportaron fuentes europeas.

El compromiso alcanzado en Bruselas debería permitir que los ministros del Interior de los 27 países miembros aprueben el texto hoy en una reunión en Luxemburgo y que el tema sea tratado por los eurodiputados en sesión plenaria del 16 al 19 de junio próximo en Estrasburgo (en el este de Francia).