POLITICA LINGÜISTICA / Redacta una guía para orientar los pasos de profesores, monitores de centros de ocio e incluso personas que empleen a inmigrantes con el fin de que prevalezca el catalán en sus comunicaciones

Campaña de la Generalitat para que los inmigrantes rechacen el español

El Mundo, BELEN PARRA, 05-06-2008

Reparte folletos identificando el catalán con la lengua que sirve «para ayudar a tus hijos e hijas en la escuela», «para mejorar en tu trabajo» y «para conocer a gente y que te entiendan» «¡Aprende catalán para mejorar en tu trabajo!». «Quien quiera prosperar, ha de aprender el catalán». Las premisas pasan del simple consejo a la advertencia, porque la Generalitat de Cataluña utiliza ese mensaje para fomentar la inmersión lingüística en catalán de la población inmigrante que apuesta por Cataluña como tierra donde labrarse un futuro mejor.


En su afán de hacer del fenómeno de la inmigración un activo para el crecimiento de Cataluña como nación, el tripartito ha editado una guía de recursos para la acogida «en lengua catalana» de todos los recién llegados. La iniciativa busca fomentar su integración social y otorgar al castellano un uso excluyente que lo desplaza con descaro a un segundo plano respecto a la otra lengua oficial en la comunidad.


De hecho, a lo largo de la cincuentena de páginas de la guía, coordinada por la Plataforma per la Llengua con el beneplácito de la Administración catalana, se inculca a las familias inmigrantes que su porvenir depende de su «empatía» para aprender catalán.


Tomando como lema El catalán, lengua de acogida, la Generalitat esgrime que la inclusión social en la región pasa por conocer y defender el idioma catalán rechazando el español. Y para ello se sirve de los testimonios de diferentes inmigrantes que han visto cómo el aprendizaje y uso del catalán les ha servido para mejorar su integración en la sociedad catalana.


La guía recoge la experiencia de la ciudadana Carmen Pérez, cuya lengua materna – advierte el texto – es el castellano. Indica que «los catalanohablantes no tendrían que cambiar de lengua [al hablar a quienes no la entienden] porque, en el fondo, es la única manera de encontrar espacios donde aprenderla». Asimismo, la polaca Alexandra Lun se lamenta de que «el hecho de que no te hablen en catalán te impide llevar una vida normal porque, cuando tú vas a comprar el pan, ya te recuerdan que no eres de aquí».


Este es el ejemplo del que se sirve el tripartito catalán en un tríptico del que se repartirán 10.000 unidades entre el colectivo inmigrante y que resume las ideas básicas que describe la guía coeditada por la Plataforma per la Llengua para reclamar: «¡Solicita que te hablen en catalán para aprenderlo mejor!». Pero, ¿y si el inmigrante que llega por primera vez a Cataluña no entiende ni palabra? El tríptico no ofrece ninguna opción alternativa.


Otro indicativo singular de la percepción que los inmigrantes recién llegados adoptan sobre la realidad catalana es la que defiende Mohammed Iqbal, cuya lengua materna es el urdú y afirma que «quien quiere prosperidad, tiene que aprender el catalán». Esta última consideración está en la línea esgrimida por la mayoría de extranjeros que escogen Cataluña para completar sus estudios o buscar fortuna en el mercado laboral catalán y reconocen tener dificultad para progresar en su campo al no acreditar un dominio del catalán aceptable para poder desarrollar un futuro prometedor.


La guía, de la que se repartirán 17.000 ejemplares, pretende orientar los pasos de profesores, monitores de centros de ocio e incluso compañeros de trabajo o personas que empleen a inmigrantes, para fomentar el uso del catalán entre los recién llegados. «El catalán es una lengua más efectiva que otras para la inclusión social», asegura el texto. Y pone un ejemplo: «A un marroquí o a un ecuatoriano en Madrid le será más difícil ser reconocido como un ciudadano más del país por el hecho de hablar castellano. En cambio en nuestra casa, si habla catalán le será más fácil dejar de ser extranjero en la percepción de los ciudadanos».


Uno de los ámbitos en los que más incide el texto es la escuela. En este caso, la guía detalla incluso cómo mantener la primera conversación con los padres. Será en catalán, excepto en el caso de que ellos pidan que se cambie de lengua. En ese caso, se hará a la «lengua más cercana a ellos, no a nosotros», explica, con lo que esa lengua «no será siempre el castellano». En caso de que la lengua de ese primer encuentro no sea el catalán, la guía aconseja que el alumno no esté presente, para que no pueda pensar que menosprecian el catalán.


Esta nueva iniciativa de la Consejería de Acción Social, dirigida por la republicana Carme Capdevila, profundiza en el despliegue del decreto 142/2007 de 26 de junio del Departamento de Educación que regula «la inmersión lingüística», justificada ante la llegada masiva de inmigrantes a Cataluña y que, tomando como horizonte el año 2010, prevé la formación específica de profesores para que aprendan estrategias que persuadan a los alumnos de que utilicen el catalán. Se trata de un sistema de enseñanza que pusieron en marcha los gobiernos de CiU, pero que nunca antes había tenido eco en una normativa educativa.


Los motivos de la inmersión también se recogen en la redacción del decreto: «La mayor complejidad y la diversidad lingüística y cultural de la sociedad catalana actual hacen necesario potenciar desde la escuela la lengua propia, que se tiene que convertir en lengua común y factor de cohesión social de toda la población».


Ese primer paso en el sistema educativo trasciende ahora al campo de las relaciones humanas y comunicativas con la difusión de la guía, cuya finalidad subraya «la función del catalán como elemento de cohesión social» e insta «a su uso para las oportunidades de participación y promoción social que puede ofrecer a las personas recién llegadas».


El tríptico El catalán, lengua de acogida está redactado en siete lenguas – catalán, castellano, urdú, árabe, amazónico, chino e inglés – y pretende concienciar a los inmigrantes de la importancia y la utilidad de conocer la lengua catalana para su rutina diaria, a través de viñetas que, según la Consejería, «muestran diferentes situaciones cotidianas». Los recién llegados deberán valorar ahora el alcance y la repercusión de las advertencias del Ejecutivo catalán.


El Ayuntamiento de Palma de Mallorca, también en colaboración con la Plataforma per la Llengua Catalana, inició recientemente una campaña informativa que bajo el título de Acull en català (acoge en catalán) aconseja a los palmesanos utilizar esta lengua de forma preferente en su trato con inmigrantes y turistas. En el tríptico, difundido por el equipo de gobierno de la alcaldesa socialista, Aina Calvo, en los principales puntos de información turística, se afirma que «hablar en catalán es la mejor manera de no hacer diferencias» con los inmigrantes

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