Los trámites para homologar en España los títulos de especialista en Medicina de los médicos extracomunitarios pueden durar algo más de dos años, lo que impide a la sanidad española paliar la alarmante falta de profesionales, sobre todo, en Catalunya. No ocurre lo mismo con el título de Medicina, que es validado en unos seis meses.

La causa de esta diferencia de plazos se debe a que el sistema de homologación de la especialidad (cirugía, cardiología…) es “muy exigente” y “el único que da garantías de la veracidad de lo que el médico expone”, apunta José Ignacio Fuentes, subdirector general de especialidades en Ciencias de la Salud del Ministerio de Ciencia e Innovación. Pese a esta justificación, Fuentes reconoce que este tiempo es excesivo y ha propuesto reducirlo a la mitad, es decir, un año.

Pero mientras eso sucede y se amplían además las plazas de formación, el problema de falta de profesionales sanitarios no hace más que agravarse. De ahí, la propuesta planteada anteayer por la consellera de Salut, Marina Geli, de poder utilizar a esos médicos especialistas extranjeros a la espera de la validación del título. Geli recurre al artículo 18 de la Ley de Ordenación de la Profesión Sanitaria (LOPS), que prevé la posibilidad de contratar como especialista de manera extraordinaria a médicos extracomunitarios a la espera de que su título sea convalidado. Su propuesta tampoco es nueva. Ya la hizo el Ministerio de Educación (cuando era éste el que se encargaba de la homologación de títulos) en la anterior legislatura.

Pero la petición de Geli generó ayer críticas por algunos colegios profesionales. Hay otros sectores que la entienden y respaldan, dado el déficit de personal. Xavier Gibert, adjunto a la dirección de la Unió Catalana d´Hospitals, patronal de la sanidad concertada catalana, aclaró que nadie trabaja sin que se le homologue antes el título de médico. “Otra cosa es la homologación de la especialidad”, admitió. Recordó que ya son muchos los médicos extranjeros que trabajan en España y no suponen mayor riesgo de mala práctica. “No hay que generar alarma. Los médicos extranjeros también son médicos – dijo – . Y todo centro es responsable de cualquier deficiencia asistencial que pudiera haber, así que todos procuran que su personal esté cualificado y sepa cómo se actúa”.

Pero, ¿por qué se tarda tanto en validar la especialidad? La respuesta hay que buscarla en el Consejo Nacional de Especialidades, integrado por miembros de los ministerios implicados, así como de los colegios profesionales y que es el encargado de validar o no los conocimientos que acredita el titulado. Para ello, es preciso pasar varios exámenes, cuya dureza provoca que sólo aprueben una minoría. “Muchos compañeros extranjeros que ejercen como médicos generales temen presentarse para que les reconozcan la especialidad porque sólo tienen dos oportunidades para aprobar. Si no la pasan, se quedan sin opciones para el futuro”, indicó un jefe de equipo de un hospital comarcal de Barcelona.


Según datos de la Asociación de Médicos Latinoamericanos residentes en España (Asomedla), que aglutina a 3.000 profesionales en activo como médicos generales pero aún pendientes de que les homologuen la especialidad, menos del 20% supera las pruebas. La presidenta de esta asociación, Viviana Montenegro, señala que uno de los motivos que alega el Ministerio de Ciencia para establecer pruebas tan exigentes es que la formación en Latinoamérica es un año inferior a la española.

Otro obstáculo es que se les piden documentos oficiales de su país de origen que, en ocasiones, les lleva más de un año conseguir, algo que reconoció Fuentes ante el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas.

La Organizacióm Médica Colegial (OMC) insistió ayer en que los médicos españoles en ejercicio son más que suficientes para atender la demanda actual. Asegura que el ratio de médico por habitante es de las más altas de los países de la OCDE, pero que los médicos están mal repartidos y por eso faltan en algunas áreas. La solución pasa, según la OMC, por incentivar la movilidad.