La Policía Nacional detuvo ayer en Badajoz y Barcelona a 10 personas que otorgaban documentación falsificada a cambio de dinero a ciudadanos brasileños con el fin de poder trabajar en España bajo identidad portuguesa, figurando así como ciudadanos comunitarios. La mayoría de los detenidos son de nacionalidad brasileña y están acusados de falsedad documental, de favorecer la inmigración ilegal y de un delito contra los derechos de los trabajadores. La banda contó con la colaboración de una constructora barcelonesa, que contrataba a los ilegales como si fueran trabajadores comunitarios. La Policía también detuvo al máximo responsable de esta empresa.

Las investigaciones comenzaron hace aproximadamente un mes en Badajoz, cuando la Policía arrestó a un ciudadano brasileño que llevaba en su poder una gran cantidad de cartas de identidad portuguesas falsas con las que quería dar de alta a sus titulares en la sede de la Seguridad Social en Badajoz para así poder acceder al mercado laboral como trabajadores comunitarios.

Las pesquisas policiales hicieron que las sospechas también se trasladaran a Barcelona, donde se produjeron en los últimos días dos registros en sendos domicilios particulares en los que se intervinieron seis tarjetas de identidad portuguesa falsas y un certificado falso de NIE, además de un ordenador portátil, una impresora, un escáner y otras herramientas utilizadas para falsificar documentos.