Los centros de protección detectan a 22 inmigrantes que se hacen pasar por menores

Los jóvenes subsaharianos proceden todos del mismo país y disponen de documentación auténtica con datos falsos

Las Provincias, A. RALLO, 01-06-2008

Inmigrantes subsaharianos que se camuflan como menores para poder estar en los centros de protección, aunque su apariencia física evidencia que se trata de adultos o como mínimo siembra dudas sobre su edad.

Este es el último caso que se ha detectado en los centros de protección de inmigrantes. No se trata de un hecho aislado. Un informe oficial contabiliza hasta 22 supuestos de estas características. Se trataría de menores “supuestamente mayores”. Al menos, los responsables sostienen “dudas razonables” acerca de su fecha de nacimiento.

Todos, además, provienen del mismo país, y el hecho de que dispongan de documentación auténtica pero con datos falsos traslada también el problema hacia el país de origen, que fuentes conocedoras de los hechos prefieren omitir. Es más, según añaden, hay casos en los que los inmigrantes disponen de doble documentación, tanto para adulto como para menor.

Esto les podría servir, aparte de para beneficiarse de la protección que goza un menor, para lograr penas más laxas en caso de cometer un delito.

La razón de omitir el país es que todavía no se ha contactado con los responsables diplomáticos, aunque está previsto que se haga en breve. Al parecer, el mismo caso se ha detectado también en otras provincias de España, según ha podido saber LAS PROVINCIAS.

Tras estos datos, cobra todavía mayor relevancia la necesidad de activar cuanto antes un protocolo para averiguar la edad de los menores. Esta medida ya fue anunciada por la coordinadora de la Fiscalía de Menores, Gema García, durante una entrevista con LAS PROVINCIAS. La idea era ponerla en marcha este año.


Protocolo de actuación

La medida para averiguar la edad de estas personas sería realizar radiografías de las muñecas y de la boca. Ambas pruebas permiten determinar con bastante aproximación la edad de una persona. En los casos en los que fuera necesario, también se solicitarían exámenes forenses.

La madurez ósea se puede determinar, en parte, por el grado de mineralización de los huesos de la mano y muñeca. Desde la Fiscalía también se propondrá completar este análisis con radiografías dentales. Y es que la apariencia física de estos inmigrantes no ayuda a despejar las dudas sobre su edad. Todo lo contrario, sólo incrementa la confusión.

La realidad es que pueden pasar tanto por mayores de 18 años como por menores. De tal forma que muchos utilizan su documentación de menor para recibir alojamiento en los diferentes centros de protección de la Comunitat acogiéndose a su situación de desamparo. En los casos en los que se determine que realmente se trata de adultos a algunos se les aplicará la Ley de Extranjería, según explicaron las mismas fuentes.

El Ministerio del Interior inició recientemente los expedientes de repatriación de alrededor de una quincena de adolescentes rumanos que, víctimas de una mafia, eran obligados a delinquir.

El Ejecutivo emprendió esta medida en virtud de un tratado firmado hace dos años entre España y Rumanía que acuerda el envío a este país de adolescentes rumanos no acompañados por sus progenitores en España. La medida se tomó tras localizar a los progenitores de los niños en Rumanía y comprobar que los centros de internamiento de aquel país reúnen las condiciones óptimas para el desarrollo de los menores".

La colaboración entre la Policía Nacional, la Fiscalía y los centros de Bienestar Social fue vital para resolver el problema. En muchos casos, los niños – menores de 14 años y sin responsabilidad penal – escapaban de los centros a las pocas horas de ser internados. Se llegaron a dar casos de menores que se habían fugado en 20 ocasiones.

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