El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Angelo Bagnasco, pidió ayer que los centros de permanencia temporal (CPT) para inmigrantes clandestinos “sean efectivamente temporales”, en alusión al plan del Ejecutivo de ampliar el techo de permanencia de los actuales dos meses a 18. Con este toque de atención concluyó ayer la asamblea de los obispos italianos, reforzada por un comunicado del Pontificio Consejo de la Pastoral de Migrantes, el ministerio vaticano del ramo. El texto, que no cita a Italia, dice que “los inmigrantes son un recurso para la sociedad en la que trabajan, sea cual sea su situación legal, y que tienen derecho a que se afronte el problema de la separación familiar, temporal o prolongada”. El dicasterio vaticano teme que se rompan familias si el Estado dificulta la reagrupación de inmigrantes por parentesco.