Varias asociaciones humanitarias celebrarán mañana sábado una vigilia de solidaridad con los casi cuarenta inmigrantes que desde hace 18 días están en huelga de hambre para pedir que se regularice su situación en el país. Los indios, bengalíes y argelinos acampados en la Plaza de España consideran que sus circunstancias encajan perfectamente dentro de lo que la Ley de Extranjería define como razones humanitarias y que la situación que viven en Melilla, alguno de ellos desde hace cuatro años, se podría solucionar «perfectamente».

Lamentan los inmigrantes que sus protestas se interpreten como una coacción a la Delegación del Gobierno cuando de lo que se trata, aseguraron, es sólo de llamar la atención para solventar el problema, encontrar un trabajo y un lugar donde vivir.

Otra de las quejas de los inmigrantes es que desde la Delegación del Gobierno se les haya anunciado que estudiarán individualmente sus casos si vuelven al CETI. La solución pasa, según los propios afectados, por ir eliminando la bolsa de irregulares que llevan en Melilla más de dos años y por cumplir la Ley «con los que vayan llegando». Las asociaciones humanitarias sostienen que lo único que hace falta para evitar que esta situación se prolongue es «voluntad y ganas por parte de la Delegación del Gobierno».

Por su parte, Gregorio Escobar recordó que se han mantenido varias reuniones con los inmigrantes «y en todas ellas se les ha tratado de explicar que con la huelga de hambre se perjudican a sí mismos». Subrayando el cuidado que reciben en el CETI, incidió en que «el estudio de circunstancias humanitarias ni debe ser una exigencia ni se conseguirá mientras se adopten medidas de presión». Dijo además que muchas de las personas acampadas no llevan en Melilla más de tres o cuatro meses «y de ninguna manera deben ponerse plazos a medidas excepcionales».