París pide mano dura con los 'sin papeles'

Sarkozy va a proponer durante la presidencia francesa de la UE una política coordinada de represión de los inmigrantes indocumentados

Diario Sur, FERNANDO ITURRIBARRÍA, 30-05-2008

Nicolas Sarkozy va a proponer durante la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), en el segundo semestre de este año, una política coordinada de represión de la inmigración ilegal en virtud de un acuerdo que espera cerrar en octubre entre los estados miembros. El ‘Pacto sobre inmigración’ supondrá un endurecimiento de la normativa vigente mediante la introducción de medidas como la multiplicación de las expulsiones, los visados biométricos y los contratos de integración. Estos dispositivos exigirán el aprendizaje obligatorio de la lengua del país de acogida y el respeto escrupuloso de «valores nacionales y europeos» como la igualdad de sexos o la tolerancia.

Un borrador de trabajo divulgado ayer por el rotativo británico ‘Financial Times’ admite que la UE necesita emigrantes por razones económicas y demográficas pero subraya que «Europa no tiene medios para acoger dignamente a todos los que ven un Eldorado en ella». Por consiguiente, la presidencia francesa plantea impulsar el retorno a su país de origen del inmigrante que entra de forma ilegal y sugiere que la inmigración quede restringida a los extranjeros que cuenten con las calificaciones requeridas por las necesidades laborales del país que los recibe.

El documento preconiza generalizar los acuerdos de readmisión con los países origen de la inmigración, como los que Bruselas negocia actualmente con Marruecos, Pakistán y Turquía, pero con la recomendación de hacer uso en las discusiones de «todos los instrumentos diplomáticos y comerciales». París alega que ahora sólo se expulsa a uno de cada tres inmigrantes irregulares. Según las cifras oficiales más de 200.000 indocumentados fueron detenidos en la UE durante la primera mitad de 2007, de los que a menos de 90.000 se les condujo a las fronteras comunitarias. La UE estima en ocho millones la cifra de indocumentados’

La iniciativa francesa plantea, asimismo, que la inmigración legal tenga en cuenta las necesidades del mercado laboral del país de acogida con la finalidad de permitir la entrada a trabajadores de sectores donde escasea la mano de obra. Según ‘Financial Times’, París discute el texto con otras capitales y admite que al final puede quedar suavizado. Fuentes diplomáticas francesas puntualizaron que la copia filtrada por el diario británico data del 25 de enero y se trata de un borrador de consulta que ha sido mal interpretado. Según estos círculos oficiales, la filosofía del pacto puesto sobre la mesa europea estriba en reforzar la lucha contra la inmigración ilegal sin vulnerar los derechos de los peticionarios de asilo. De hecho, recuerdan que Francia es, con Suecia, el país europeo que mayor número de respuestas positivas concede a estas demandas.

Exigencias

Estos medios reconocieron que Francia es partidaria de la política de favorecer la integración previa exigencia a los candidatos a entrar en el país de aprender la lengua o respetar las leyes nacionales. Pero precisaron que la aplicación concreta de este principio será dejada en manos de los estados miembros al igual que el acceso a la vivienda o la seguridad social.

Las negociaciones a nivel europeo se aceleran a medida que se acerca el 1 de julio, fecha en la que París tomará las riendas de la UE durante seis meses. Las propuestas francesas serán presentadas en la reunión informal que los ministros de Justicia e Interior de los Veintisiete celebrarán en Cannes el 7 y 8 de julio. El objetivo de la presidencia gala es cerrar un acuerdo en el Consejo Europeo de octubre.

La revelación del plan coincide con el anuncio la víspera por Sarkozy de la apertura, a partir de comienzos de julio, del mercado laboral francés a los ciudadanos polacos y de otros siete países ex comunistas que entraron en la UE en 2004: República Checa, Eslovaquia, Hungría, Estonia, Letonia, Lituania y Eslovenia. Al contrario que otros países como Reino Unido, Suecia o Irlanda, en aquella ampliación Francia optó por cerrar su mercado de trabajo a los nuevos ciudadanos de la UE.

Esta disposición, prevista por el tratado de adhesión, podía ser aplicada hasta el 1 de mayo de 2009 e incluso hasta 2011 bajo algunas condiciones especiales. Según los observadores, con la iniciativa de levantar por adelantado las restricciones a la libre circulación de trabajadores Sarkozy espera consolidar el acercamiento entre Francia y Europa del Este durante la presidencia gala.

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