El ‘Financial Times’ informaba ayer de la última ocurrencia de Sarkozy, quien al parecer quiere que la lucha contra la inmigración ilegal sea el tema estrella de la presidencia francesa de la UE, que empieza en julio: el jefe del Estado francés pretende que los Veintisiete adopten medidas tales como la implantación de visas biométricas y de un sistema de clases obligatorias para los recién llegados del idioma del país. El rotativo ha tenido acceso a un documento del Elíseo llamado ‘Pacto sobre inmigración’; en él, París reconoce que Europa necesita inmigrantes por «razones económicas y demográficas» pero ello no significa que se tenga que dar «la bienvenida a todos aquellos que ven Europa como Eldorado». El documento señala que los extranjeros que vivan en suelo europeo deberían aprender, además de las lenguas autóctonas, «los valores nacionales y europeos como la tolerancia e igualdad».