Álvaro del Río

París – ¿Por qué no hacer extensivo un modelo que ya da resultados? Es la conclusión a la que ha debido llegar el presidente francés durante la preparación de la presidencia europea, que se dispone a asumir en apenas un mes. El modelo eficaz es el francés, en materia de control de la inmigración, y el campo de aplicación la UE. Las recientes cifras presentadas en Francia revelan que las últimas leyes en vigor, obra del entonces ministro del Interior, el propio Sarkozy, dan los frutos esperados. Por eso el hoy presidente propondrá a sus socios europeos un «pacto sobre inmigración» del que ayer «Financial Times» desveló las grandes líneas.

En ese borrador todavía confidencial elaborado por el Gobierno francés, y al que el diario británico hace referencia, se insta a endurecer las medidas para luchar contra la inmigración ilegal mediante el impulso de las repatriaciones de indocumentados a sus países de origen. Actualmente, sólo uno de cada tres irregulares son expulsados, un objetivo insuficiente, y el propósito es que la UE alcance acuerdos de readmisión con los países de donde procede ese tipo de inmigración.

Para mejorar el control de las entradas, el texto preconiza la rápida aplicación de los visados biométricos. Y para todo candidato a entrar en Europa, la propuesta recoge casi punto por punto su catálogo «nacional» de medidas en el que se basa su «visión de la inmigración escogida». La más notable, el «contrato de integración» por el que todo país europeo podrá exigir al inmigrante solicitante que maneje correctamente la lengua, acuda a clases de idiomas y conozca los «valores nacionales y comunitarios como la igualdad entre hombres y mujeres y la tolerancia».

Como sucede ya en Francia, donde Sarkozy apuesta por el establecimiento de cuotas anuales de ingreso de extranjeros en función de las necesidades del mercado laboral. El líder galo sugiere la misma idea al resto de sus socios para favorecer el acceso de foráneos sólo a aquellos sectores en los que escasee la mano de obra. Porque si bien dicha propuesta reconoce que «la UE necesita emigrantes por razones económicas y demográficas», recalca también que «Europa no tiene medios para acoger dignamente a todos los que ven un Eldorado en ella».

Sarkozy quiere hacer de la política de control migratorio una de sus prioridades como presidente de la UE durante el segundo semestre del año. Para llevar a cabo su plan ha de contar con el apoyo del resto de países miembros, con los que actualmente estaría debatiendo el contenido de la propuesta que, según indicaba ayer el rotativo británico, podría ver rebajados sus ambiciosos objetivos.


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