pamplona. La enfermería se siente poco preparada y reivindica más medios de infraestructuras para atender en condiciones al incremento poblacional que se ha registrado en los últimos años con el fenómeno e la inmigración. Esta “situación distinta”, tal y como la definió el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González, preocupa a un sector que, según expuso ayer se ve afectado igualmente por el turismo sanitario y por la migración de los profesionales hasta tal punto de que, en su opinión, mientras el Estado está exportando a otros países del entorno europeo principalmente a profesionales muy bien formados, recibe otros en menor cuantía y con una preparación inferior.

Máximo González presentó a los medios informativos, junto al presidente del órgano colegiado de Navarra, Pablo José de Miguel, las Jornadas sobre Enfermería. Compromiso con la inmigración que se celebran en Baluarte y reúnen a 500 enfermeros, en su gran mayoría mujeres. Ambos coincidieron en la necesidad de “preservar el valor del cuidado” y de “formarse en la diversidad” para mejorar la atención al paciente inmigrante. “Debemos prepararnos y mirar de cerca al inmigrante para conocerle y deshacer prejuicios que tenemos”, precisó Pablo José de Miguel.

Máximo González explicó que al sector de la enfermería le preocupa, en relación a la inmigración, la falta de preparación “porque no hemos sido entrenados como profesionales y en este momento los inmigrantes, con sus peculiaridades, suponen ya el 10% de la población, un millón en situación ilegal. Estamos hablando de un total de 4,5 millones de personas más en España que tienen derecho a la asistencia sanitaria y de 240.000 enfermeras”. “No sabemos qué tenemos que hacer porque no hemos sido entrenados para ello”, ha añadido González, quien consideró que “falta infraestructura” para atender a los inmigrantes que realizan un uso “más intenso” de los dispositivos sanitarios debido a la carencia de sus países de origen que hace que “cuando llegan aquí se encuentran con un paraíso”.

vienen por el sol y se operan Máximo González citó como segunda preocupación, el turismo sanitario, protagonizado por personas europeas que no tienen en sus carteras de servicios públicos determinadas patologías y que "con sólo pasar aquí seis meses tienen derecho a que se les hagan determinadas intervenciones. “No es justo – dijo – que jubilados europeos vengan a tomar el sol y se puedan operar”. A pesar de la sentencia favorable a esta práctica que ha dictaminado el Tribunal Superior de Justicia Europea, defendió que “eso se tiene que pagar porque nos está costando dinero y genera mayores listas de espera”.

El tercer aspecto con el que en opinión de González se enfrenta el sector de la enfermería es la propia migración de profesionales. Aseguró que existe una “crisis mundial” por el flujo de personal sanitario ya que, según la OMS, faltan 1,5 millones de médicos y 3 millones de enfermeras en el mundo. “Los países más ricos se están llevando a las enfermeras” de los países “que más necesitan esos recursos enfermeros”.

Añadió que el 6% de las enfermeras en el Estado son inmigrantes y la mayoría trabaja en el sector privado y la tercera edad lo que, a su juicio, es “grave” porque “no tienen la formación y el entrenamiento adecuadas” y porque “se les están ofreciendo unas condiciones miserables” que ellos aceptan, en detrimento de la calidad global de la sanidad.

Recalcó que “hay que poner medios para que no se nos vayan las enfermeras”, puesto que la media española es de 5 enfermeras por cada mil pacientes frente a las 9 por cada mil de la media europea, cifra que sólo alcanza Navarra. Abogó por mejorar las condiciones socioeconómicas porque la enfermería “no tiene ni la retribución y el reconocimiento social que debe estar acorde a su esfuerzo intelectual y profesional”.