Dos adolescentes árabes recibieron el pasado 30 de abril una paliza por parte de una veintena de jóvenes israelíes en Jerusalén. Las cámaras de seguridad de un centro comercial han permitido detener a 11 agresores, ocho de ellos menores de edad. Los israelíes se abalanzaron sobre los árabes, de 16 y 18 años y residentes en un campo de refugiados cercano, con cuchillos y bates de béisbol. Una víctima recibió una puñalada y la otra fue golpeada hasta quedar inconsciente. Según la acusación del caso, los detenidos se organizaron por Internet tras recibir un mensaje que instaba a “la sangre judía” a acabar “con los árabes que corretean por Pisgat”, el barrio escenario de la agresión. El Tribunal Supremo de Israel ha decretado el arresto domiciliario de los detenidos hasta la celebración del juicio.