Tan sólo el 7% de los inmigrantes que residen en Logroño son usuarios de los servicios sociales municipales. Este dato, recogido en un estudio elaborado por el propio Ayuntamiento, demuestra que «el mensaje de que copan nuestros recursos no es real», afirmó la concejala de Derechos Sociales, Pilar Criado.
El Consejo Social de la Ciudad celebró ayer una reunión monográfica sobre la inmigración, para la que el equipo de Gobierno local preparó un documento con datos y propuestas que presentó a los medios horas antes.
El planteamiento municipal es que el fenómeno de la inmigración «es un hecho, pero no hay problemas de convivencia», explicó Criado, por lo que consideran necesario tomar medidas preventivas para mantener esta situación y conseguir, así, «un Logroño mestizo».
El perfil del inmigrante que reside en la ciudad, según la concejala, es una persona joven, saludable, trabajador por cuenta ajena, con formación sobre todo en el caso de los rumanos y con una renta media que no llega a los 400 euros al mes. «Los hombres se emplean mayoritariamente en la construcción y las mujeres en el servicio doméstico», añadió. Asimismo, destacó que el 70% de ellos deja su sueldo íntegro en España y que en el año 2006 la población inmigrante aportó a las arcas municipales 6 millones de euros.
No obstante, el portavoz municipal, Vicente Urquía, señaló que la ciudad «no puede mantener» el ritmo actual de crecimiento de la inmigración. «No es cuestión de problemas de integración, que puede ser, sino por el hecho de atender a todo el mundo como se merece», razonó.
Ánimo participativo
El Consistorio presentó ante el Consejo las directrices en materia de inmigración con un «ánimo participativo», señaló el edil. Así, el órgano debatió sobre distintas propuestas, entre las que destaca la creación de una comisión formada por las tres administraciones que analice las necesidades, tanto de los inmigrantes como las referidas a los recursos, para que la integración sea efectiva.
Esta figura se hace necesaria, según explicó Urquía, porque la población inmigrante en la ciudad supone casi la mitad de toda La Rioja. «Necesitamos una comisión sólo en Logroño, no nos vale el Foro de la Inmigración, queremos algo específico», indicó. El objetivo es crear políticas conjuntas teniendo en cuenta las competencias de cada administración, es decir, las de servicios sociales del Ayuntamiento, las de educación y sanidad del Gobierno regional y las de política de inmigración del Ejecutivo central.
El Consistorio, tal y como adelantó Urquía, colaborará con el Gobierno de España en el objetivo de conseguir una inmigración legal y con contrato de trabajo, para lo que colaborará con los actores implicados en este proceso, como sindicatos, empresarios, ONGs, asociaciones de inmigrantes y movimiento vecinal. Además, el edil recordó que este año se pondrá en marcha la Mesa de la Convivencia, que abordará políticas de integración adecuadas.
Pero para poder llevar a cabo todos estos planteamientos, apuntó el concejal, «son necesarios más recursos económicos». Y es que, según Urquía, las comunidades autónomas pecan de «avaricia» en el reparto de los recursos, haciéndose fundamental que «los fondos para la acogida, integración y refuerzo educativo, además del fondo del plan estratégico de ciudadanía e integración lleguen a la administración local».
En este sentido, Criado destacó que por primera vez el Ayuntamiento logroñés ha solicitado la subvención estatal para entes locales, con la que recibirá 100.000 euros para financiar el programa ‘Diálogo entre mujeres’.

Población inmigrante: 20.924 extranjeros, el 13,91% de los habitantes de Logroño.

Nacionalidades: la mayoría (7.811) procede de países de la Unión Europea, destacando Rumanía, con 5.703 habitantes. También son destacables las poblaciones pakistaní (2.170), boliviana (2.081), marroquí (1.950), colombiana (1.570) y ecuatoriana (1.310).
Perfil: hay más hombres (11.304) que mujeres (9.260).
Residencias: la zona este concentra 7.508 inmigrantes, la zona centro 7.403, la oeste 3.508, la sur 1.840 y la zona norte 1.017.