La violencia xenófoba en Suráfrica llega a la turística Ciudad del Cabo

El Periodico, EL PERIÓDICO, 24-05-2008

La ola de violencia contra los inmigrantes que, desde hace dos semanas, azota a Suráfrica se ha extendido a Ciudad del Cabo, la segunda urbe y joya turística del país. Grupos de surafricanos atacaron a somalís y zimbabuenses y saquearon sus casas y comercios, según informaron fuentes policiales.
Cientos de inmigrantes procedentes de otros países africanos fueron evacuados durante la noche en el barrio de Milnerton, en la periferia de la ciudad. También en la cercana Knysna, un enclave turístico por antonomasia, las tiendas propiedad de somalís fueron objeto de pillaje.
Los disturbios en Ciudad del Cabo causaron 12 heridos y una muerte accidental. La víctima resultó atropellada por un automóvil en medio del caos y la confusión creada, según explicó ayer Billy Jones, superintendente de la policía provincial. Entre los heridos se encuentra un adolescente de 14 años. “No sabemos el número exacto de tiendas que han sido saqueadas e incendiadas, pero son muchas”, añadió el jefe policial.

500 DETENIDOS
Al menos 42 personas han muerto y más de 25.000 han sido expulsadas de sus casas desde que comenzaron los disturbios, protagonizados por turbas de surafricanos que acusan a los inmigrantes.de arrebatarles los puestos de trabajo. Más de 500 personas han sido detenidas.
La violencia comenzó en la zona de Johannesburgo y se extendió a otras provincias. Las autoridades temen que se incremente durante el fin de semana y subrayaron que pedirán más refuerzos militares si es necesario. El Ejército ya realiza operaciones de apoyo a la policía en los suburbios de Johannesburgo después de que, el pasado miércoles, el presidente surafricano, Thabo Mbeki, aprobó el despliegue de tropas.
La ola de violencia xenófoba ha provocado ya el desplazamiento de 17.000 zimbabuenses, incluidos refugiados y solicitantes de asilo, según afirmó ayer en Ginebra la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Jennifer Pagonis. La portavoz subrayó que gran parte de los perseguidos son personas que huyeron de la violencia de la que eran víctimas en su país de origen y que habían llegado a Suráfrica en busca de “asistencia y protección”.
Mozambique afirmó también que 10.000 inmigrantes de esa nacionalidad han abandonado ya Suráfrica. El Ministerio de Seguridad surafricano cifró en 25.000 el número total de desplazados por los disturbios.

REGULARIZACIÓN
Muchos de los inmigrants procedentes de Zimbabue están en Suráfrica en situación ilegal, pero, al contrario de los mozambiqueños, no pueden regresar a su país. El Acnur pidió ayer a Suráfrica que “excepcionalmente, conceda a los zimbabuenses la posibilidad de regularizar su situación para que puedan quedarse”, algo que la ley surafricana permite.
En Suráfrica hay registrados más de 125.000 refugiados y solicitantes de asilo, procedentes de un amplio abanico de países.
El estallido de la violencia se ha producido en un clima de descontento creciente con la política económica de Mbeki. El incremento de precios de la gasolina y los alimentos y los cortes de electricidad han agravado la crisis. Los empresarios e inversores temen que la violencia cause graves daños a la economía del país. Casi un millón de surafricanos viven del turismo, un sector que aporta el 8% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Los disturbios han arrojado también un jarro de agua fría a las aspiraciones surafricanas de liderar el continente africano.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)