Los nuevos bárbaros

El Periodico, RAFAEL Vilasanjuan, 24-05-2008

El temor a la inmigración recorre el mundo como un escalofrío. En Italia, el discurso de políticos incendiarios que los confundían con criminales se ha convertido en ley. A partir de ahora, se es delincuente aunque se demuestre lo contrario, basta con no llevar un pasaporte encima. Italia pierde la máscara, pero Europa permitirá detener a inmigrantes durante 18 meses, aunque no hayan cometido delito ¿No es eso, en cierta medida, algo similar?
El discurso político ha calado y la violencia contra estos nuevos bárbaros campa por medio mundo. Esta semana, en los suburbios de Johannesburgo han quemado vivos a dos inmigrantes de Zimbabue y otra veintena han sido asesinados. En Nápoles, ciudadanos italianos lanzaron cócteles molotov a una comunidad rumana. A pesar de la distancia, estos sucesos tienen mucho en común: los inmigrantes se instalaron en lugares de pobreza y exclusión extrema, donde los nativos comparten a disgusto el trabajo y el acceso a los servicios sociales.
En plena recesión, la pelea por los recursos y el temor al desconocido aumenta, especialmente entre los más castigados. Tal vez sea la principal razón para promover una ley xenófoba como la italiana: mientras los excluidos del propio país mantengan la vía de escape de la inmigración para descargar sus frustraciones, el Gobierno tendrá una magnífica excusa para mirar hacia otro lado.
¿O es que el principal problema de Nápoles, una ciudad que se pudre entre montañas de basura, con una administración corrupta y una Mafia dominante, se arregla declarando delincuentes a todos los inmigrantes?
Pese a la histeria en las calles, nadie puede creer que los inmigrantes destruirán nuestro mundo de tranquilas certezas, y aunque hoy la idea de un mundo sin fronteras es una utopía, no debería dejar de ser un horizonte de futuro. Mientras tanto, debemos seguir defendiendo que todo el mundo es inocente mientras no se demuestre lo contrario. Si no, ¿dónde están los bárbaros?

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)