Fallecen tres de los 68 inmigrantes que llegaron al sur de Gran Canaria en un cayuco

El Gobierno canario lamentó la muerte y reiteró la necesidad de aumentar los esfuerzos para evitar otra tragedia como ésta

Diario de Noticias, 26-05-2008

las palmas de gran canaria. El Gobierno canario lamentó ayer la muerte de los dos inmigrantes que fallecieron en un cayuco rescatado al sur de Gran Canaria, así como del tercero que murió al llegar al Hospital Insular y reiteró la necesidad de que se incrementen los esfuerzos para evitar tragedias como ésta.

Los inmigrantes, entre los que al parecer viajaban quince menores, eran todos de origen subsaharianos y fueron transbordados a la embarcación de Salvamento, que los trasladó hasta el puerto de Arguineguín, en el sur de la isla, donde han recibido asistencia de personal de Cruz Roja. En un comunicado, la portavoz del Gobierno de Canarias, Carolina Déniz, expresó además la solidaridad del Ejecutivo regional con los familiares de las víctimas y confió en la pronta recuperación de los dos inmigrantes con síntomas graves de hipotermia y deshidratación, que se encuentran hospitalizados en el citado centro.

Los tres inmigrantes fallecidos llegaron a bordo de un cayuco con otras 65 personas, según fuentes de Salvamento Marítimo, si bien el Gobierno regional cifra el número de inmigrantes en un total de 67.

A juicio de la portavoz, esta nueva tragedia registrada en las costas del archipiélago canario “constituye una incontestable invitación a que todas las instancias con competencias en esta materia multipliquen esfuerzos para acabar con el drama”.

El portavoz del Gobierno de Canarias añade que “es imprescindible incrementar las políticas de cooperación al desarrollo y las acciones en los países de origen de la inmigración irregular, sin olvidar”, añade, “que deben reforzarse los medios materiales y humanos para mejorar el control de las aguas que nos rodean”.

Asimismo, el portavoz del Gobierno de Canarias recalca que la ausencia de oportunidades y la desesperanza de millones de ciudadanos africanos son un llamamiento a la solidaridad de los países más desarrollados, que “en ningún caso pueden dar la espalda o limitarse a mirar de reojo el inmenso drama que supone la pobreza o la decisión de embarcar en cayucos que en ocasiones acaban con los sueños en el fondo del mar”. >EFE

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