Cáritas alerta de un aumento de la pobreza en Barcelona

El Periodico, ROSA MARI SANZ, 23-05-2008

El rostro más habitual es el mismo de los últimos años: mujer, joven e inmigrante. Y cada vez en mayor número y con tendencia a cronificarse. Es el perfil mayoritario de las personas pobres de Barcelona que atiende Cáritas y que en el 2007 fueron un total de 27.120, casi 2.000 más que en el 2006. Echando la vista atrás, la cifra supone un 29% más que en el 2004, una situación que fue denunciada ayer por el presidente de la entidad, Jordi Roglà, en tanto el aumento constante de la precariedad en la capital catalana ha coincidido con unos años de un desarrollo económico sin precedentes. “Se ha perdido una oportunidad histórica en este tiempo de crecimiento sostenido, durante el cual el gasto social del conjunto del Estado sigue estando entre siete y ocho puntos por debajo de la media europea”, lamentó.
Y el panorama actual no es demasiado halagüeño, ya que la entidad ha empezado a detectar que algunas personas atendidas en el pasado, y que habían conseguido salir de la miseria, están comenzando a regresar a Cáritas a pedir ayuda, debido, dijo Roglà “a la crisis de diferentes sectores”. Por ello, pidió una vez más soluciones urgentes a la Administración, y dijo con cierta esperanza que, pese a la gravedad de la situación, “estamos ante una buena oportunidad porque pocas veces hemos tenido unos partidos con tanta sensibilidad en temas sociales”.
No obstante, recordó que mientras llega esa fuerte apuesta para combatir la exclusión, las entidades suplen esa “falta de responsabilidad que le corresponde a la Administración” atendiendo cada vez a más necesitados. Unas personas que ven cronificada su situación por el precio de la vivienda, que en la mayoría de ocasiones se limita a una habitación o un piso realquilado, la precariedad laboral y las bajas pensiones, y que afecta, sobre todo, a mujeres (56% de los atendidos), inmigrantes (79%), niños (27%) y jóvenes (23%).
Por ello, la entidad anunció ayer que destinará hasta el 2010 dos millones de euros anuales para complementar la pensión no contributiva de unas 150 personas hasta la renta mínima de suficiencia, fijada en 544 euros, que establece el umbral de la pobreza en Catalunya. A partir del 2010, según las previsiones, esas pensiones sí llegarán a esa meta. Pero muchos mayores, y pobres, no pueden esperar.

PENSIONES COMPLEMENTADAS
Por ello, los beneficiarios serán personas de más de 65 años que viven solas y que hace años que ya son atendidas en los equipamientos residenciales de la oenegé, como pisos y centros de día. El objetivo es aumentar la pensión no contributiva que reciben estos ciudadanos y paliar, explicó Roglà, la “dependencia sistemática y humillante” de este colectivo para que “puedan vivir con dignidad”.

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