SOCIEDAD

Los inmigrantes esperan a sus hijos

Ocho de cada diez quieren traerse a España a su familia; son unos 750.000 menores de 16 años que aguardan en sus países de origen La mitad de los extranjeros que se alistan en el Ejército acaban por abandonarlo, frente al 27% que deja su trabajo en la construcción

El Correo, 23-05-2008

Hay más de 750.000 menores de 16 años aguardando a que sus padres, que un día marcharon a España en busca de un futuro mejor, reúnan los recursos suficientes para enviarles el billete de avión que les devuelva una vida familiar completa. Son los hijos de los inmigrantes que aún no han logrado reagrupar a sus parientes más cercanos pero que tienen sus esperanzas puestas en ello. Ocho de cada diez extranjeros con familiares en sus países de origen hacen ya planes para traérselos con ellos. Tan sólo un 7,7% no tiene previsto el reencuentro. Ésta es sólo una de las conclusiones de la Encuesta Nacional de Inmigrantes 2007, la primera vez que el Instituto Nacional de Estadística (INE) emprende una investigación de estas características.

El estudio, que confirma la intensidad del fenómeno migratorio al que está asistiendo nuestro país en los últimos años, informa de que, una vez instalados, algo más de un tercio (36,6%) vive con su pareja e hijos; un 23% está emparejado pero sin prole, y el resto, más o menos la mitad, vive aún sin su familia. España acoge en la actualidad, según el informe, a 2,37 millones de inmigrantes mayores de 16 años casados – el 52,3% del total – , aunque no todos cohabitan con su cónyuge; un 12,3% convive con un mínimo de seis personas con las que no tiene ninguna relación de parentesco.

Para lograr estos datos, el INE interrogó a 15.500 inmigrantes de todas las comunidades autónomas, en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Universidad Complutense de Madrid. Gracias a esta investigación, realizada entre noviembre de 2006 y febrero de 2007, se han contabilizado 2,16 millones de hogares españoles (el 13,5% del total) que cobijan entre sus paredes a, al menos, un inmigrante – personas de más de 16 años nacidas fuera de España – . De ellos, un millón cuenta sólo con miembros extranjeros.

Los extranjeros que viven entre nosotros residen mayoritariamente (40,3%) en pisos alquilados, aunque ha aumentado mucho el número de propietarios – se sitúa hoy en un 38%, y de éstos casi la mitad tiene pagada la casa – . Y el 20% restante habita viviendas cedidas. En general, todos cuentan con servicios básicos como agua caliente, electricidad y cuarto de baño, aunque el 43,7% de estos hogares carece de calefacción.

Sin escalas intermedias

Pese a las terribles imágenes de personas que llegan en cayucos o pateras y que conmocionan cada día a los espectadores de los telediarios, la encuesta confirma que son minoría: tan sólo un 1% arriesga su vida de esta manera para traspasar nuestras fronteras. Dos de cada tres personas llegan en avión.

La práctica totalidad, nueve de cada diez, llegaron a España sin escalas intermedias, es decir, que emprendió el viaje desde su lugar de nacimiento. El 90% tenía claro que nuestro país era el destino elegido para formar un nuevo hogar o, al menos, para hacer ‘fortuna’ y regresar con la perspectiva de un futuro mejor. La mayoría vino a nuestro país buscando «más calidad de vida», muchos querían un empleo mejor y otros alegaron razones de tipo familiar. Ellos (45%) dijeron haber emigrado sobre todo por motivos laborales; ellas alegaron en mayor medida la reagrupación familiar (un 39%, frente al 26% de los hombres). Sólo un 11,4% eligió España por su clima, otro 3,6% son jubilados y apenas un 3% esgrime razones políticas.

Los primeros resultados de esta macroencuesta arrojan también datos sobre el grado de ocupación laboral de estas personas: el 65% estaba trabajando en su país de origen antes de venir; la mayoría (53,7%) lo hacía como asalariado, y el resto, de forma independiente o como empresario.

Cualificación

Una vez aquí, el 40% de los que están trabajando y tienen más de tres años de residencia permanecen ocupados en sectores distintos de aquéllos en los que se estrenaron al llegar. Uno de los empleos que parece ofrecerles más estabilidad es la construcción, ya que sigue en ella – a fecha de la encuesta, al menos – el 73% de los que probaron esta ocupación. Aunque por delante se colocan aquéllos que ocupan puestos relacionados con la administración de empresas y administraciones públicas, con un 84,3% de permanencia, porcentaje similar al de técnicos, científicos e intelectuales.

En el otro extremo se sitúan los trabajadores cualificados agrícolas y pesqueros: sólo uno de cada tres sigue en este sector. También es sorprendente el dato de que la mitad de los que se alistan en las Fuerzas Armadas españolas acaban por abandonar su puesto.

En cuanto a la cualificación entre los inmigrantes activos, el 22,5% es titulado superior y tan sólo un 9,3% carece de estudios o no completó la Enseñanza Primaria.

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