CIUDADANOSLIUCHANG NIE LINDOS CUENTOS CHINOS EN DEUSTO

«Me gusta la frase 'Trabajar como un chino' porque es la pura verdad»

Diario Vasco, BEGOÑA DEL TESO, 16-05-2008

S u relación con Donostia empezó hace bastante tiempo. Hace años incluso. Cuando la Universidad de Deusto vio la necesidad imperiosa de que sus alumnos aprendieran chino, un idioma no con futuro sino con un presente real y tangible. Contactaron con la Embajada China en Madrid y conocieron el programa de la Oficina Nacional para la Enseñanza del Chino como Lengua Extranjera, programa que incluye una bien trenzada red de Voluntarios Chinos para la Enseñanza Internacional del Chino. LiuChang es licenciada en Lengua y Literatura Española, le gusta el fútbol y le hace gracia que aquí, en carnavales, la gente se disfrace de… ¡chino!
- Las negociaciones para que usted llegara a Donostia fueron largas. Más incluso que los intentos del Real Madrid para fichar (o no) a Cristiano Ronaldo..
- Cierto. Pero también lógico. ¿Sabes lo inmenso que es mi país.
- Más que saberlo, me lo imagino.
- ¿Te imaginas entonces lo gigantesca que puede ser la Universidad de Estudios Extranjeros de Guang Dong, en la provincia de Cantón, famosa por sus platos con serpiente y por su riqueza?
- Puedo entenderlo. Sobre todo si pienso que el dialecto del lugar, el cantonés, es el segundo en relevancia después del mandarín.
- Se habla también en Hong Kong y Macao. Las divergencias lingüísticas entre dialectos son tan increíbles que últimamente ya no se consideran dialectos sino verdaderas lenguas siníticas.
- Entiendo. Entonces, su Universidad era casi una metrópolis.
- Casi. Así que llegaban documentos para mí, documentos enviados desde Donostia, y no me encontraban. Nadie podía decir de buenas a primeras dónde estaba, en qué campus. Por lo tanto, el mensajero llamaba a la Embajada en Madrid para intentar localizarme… Te diré una cosa muy curiosa: lo que más me asombra de San Sebastián es que no hay gente en la calle.
- ¿Cómo que no hay gente en la calle? ¡Si no entramos en casa hasta bien caída la noche!
- Lo sé, pero siempre seréis pocos comparados con los cientos, miles, de personas que andan por las calles en mi país. Casi millones. A todas horas. En todas las direcciones. Si quieres, te pongo un ejemplo para que lo entiendas mejor: es como estar en medio de Las Ramblas de Barcelona un día de fiesta.
- ¿Pongamos un Sant Jordi?
- Pongamos. Yo en Barcelona sí que sentí multitudes. Como en mi país.
- ‘China’ por cierto, significa….
- El país del centro. O El centro de la Tierra. Pensábamos que el resto del mundo era, eso… lo que quedaba. Y nosotros, el corazón del mundo.
- Oiga, ¿se ha dado cuenta? Ha dicho ‘pongamos’
- ¿Y?
- Bueno, es subjuntivo.
- Ya. Presente de subjuntivo. Primera persona del plural.
- Perdón, creía que la conjugación era una de las bestias negras de los estudiantes chinos de español.
- Ah, ahora te comprendo… Tienes razón, aparte de la pronunciación de la r, lo que más se nos resiste de vuestro idioma son las formas de los verbos. Y, lo más, el subjuntivo.
- Mientras no acabe a malas con las condicionales…
- ¿?
- ¿No nos ha oído decir ‘si iría’?
- No. ¡Qué horror!
- Todo idioma tiene detrás un mundo: cultura gestos…. ¿También se los enseña a sus alumnos?
- Son importantísimos. Más aún para establecer negocios, para entablar una relación fluida. Hasta la manera de entregar la tarjeta de visita cuenta. Y eso que nosotros ya nos estamos acostumbrando a que vosotros en cuanto conocéis a alguien… ¡lo besáis!
- Nos ha dado por ahí últimamente…
- Me hace también gracia esa expresión vuestra de trabaja como un chino….
- ¿Le hace gracia o le da rabia?
- ¿Que si me molesta? Nooo. Es la pura verdad. Trabajamos… como chinos. Vosotros trabajáis mucho pero sabéis vivir mejor.
- Gracias… Alguien dirá que esta charla es un ‘cuento chino’.
- No me parece mal…Yo eso lo interpreto como si nuestras historias fueran casi leyenda y tuvieran un poco o un mucho de misterio.

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