CATALUNYA, que es la autonomía con mayor porcentaje de inmigrantes no comunitarios, aún está a tiempo de articular políticas eficaces en materia de educación y de vivienda para evitar la creación de guetos. Ello es crucial para garantizar una sociedad equilibrada, combatir la marginación y garantizar la igualdad de oportunidades para todos los que viven y trabajan en este país. Pero es ahora, después del considerable alud de inmigrantes registrado en los últimos años, cuando hay que reaccionar sin más tardanza. La alarma dada ayer por el Síndic de Greuges sobre el alto nivel de concentración de inmigrantes en numerosas escuelas de Catalunya indica que no se puede esperar más.

El informe sobre los guetos escolares elaborado por la institución que preside Rafael Ribó, entregado ayer al Parlament, denuncia que las políticas puestas en marcha hasta ahora para combatir la segregación escolar son insuficientes y que las administraciones infrautilizan las medidas de que disponen para atajar la creciente creación de guetos. Revertir la tendencia actual de concentración de niños inmigrantes en determinadas escuelas, fundamentalmente públicas, comportaría cambiar de centro al 46% del alumnado extranjero de enseñanza primaria y a un 35% del de secundaria, lo que exigiría un esfuerzo considerable.

La futura Llei d´Educació de Catalunya, cuyo anteproyecto fue presentado recientemente, puede ser un instrumento muy eficaz para corregir la situación y empezar a resolver el problema. La nueva norma atribuye a la Generalitat el derecho de definir qué porcentaje de alumnos inmigrantes y con necesidades educativas específicas debe tener cada zona escolar, porcentaje que será de obligado cumplimiento para todos los centros que conforman la red pública de educación: públicos y concertados. Ello debería permitir acabar con el reparto desigual de los inmigrantes, cuya mayoría (el 85%) está matriculado en centros públicos. El informe del Síndic de Greuges, sin embargo, plantea ir más allá y, entre otras medidas, recomienda establecer planes de choque en los centros escolares que ya se han convertido en guetos o corren el riesgo de serlo.

La política de vivienda debe ser el otro gran instrumento para combatir la formación de guetos de inmigración en Catalunya. De entrada, aparte de la labor que puedan realizar los ayuntamientos, los nuevos planes públicos para la masiva construcción de viviendas sociales son clave en la medida en que se reparta su ubicación en el territorio, en lugar de concentrarse sólo en determinadas zonas.