El Síndic insta a la Administración a sacar un mayor provecho de los recursos a su alcance Mucho tienen que cambiar las cosas para que se invierta la tendencia, porque los datos de un año para el otro muestran cómo la segregación va en aumento en las escuelas catalanas, especialmente en los centros de estudios de Primaria. Así lo denunció ayer el Síndic de Greuges, Rafael Ribó, quien aprovechó para recordar a la Administración que tiene muchos instrumentos a su alcance para combatirla. Aunque en los últimos años y según muestran los datos del estudio, sin éxito.

En los centros de Primaria, el porcentaje de alumnos que deberían redistribuirse en otras escuelas para paliar la segregación alcanza al 46%, mientras que en los de Secundaria el porcentaje se sitúa en el 35% de los alumnos. Sólo con esta reubicación de estudiantes se podría alcanzar la deseada equidad del sistema educativo.El Síndic señaló a las poblaciones de Mataró, Vic u Olot – ambas tres con un alto porcentaje de extranjeros, pero poca segregación – como ejemplos de buena praxis en ese sentido, puesto que las diferentes administraciones locales se reúnen para distribuir de la forma más equitativa posible a los alumnos de origen extranjero en el conjunto de centros educativos de sus respectivos territorios.

El informe apunta que la evolución del crecimiento de inmigrantes en un municipio no siempre se corresponde con su presencia en los centros educativos. Eso explica que sólo dos de los municipios con más población extranjera – Salt y L’Hospitalet – figuran entre los que más concentraciones tienen en sus aulas.

Ribó recuerda a las administraciones la posibilidad de establecer zonas educativas, abrir nuevos centros, ampliar o reducir las ratios y reservar plazas para el alumnado con necesidades educativas específicas como medidas a su alcance para ayudar a combatir la segregación escolar y que, en su opinión, «normalmente no se utilizan con esta finalidad». En este sentido, el informe que Ribó entregó ayer al president del Parlament, Ernest Benach, propone que se fomente una zonificación escolar de forma que un alumno extranjero pueda asistir a un centro cercano que no tenga tanta concentración de inmigrantes, aunque sea de otro barrio, ya que ambos pertenecen a la misma área educativa. De esta forma se contribuiría a la «heterogeneidad en la composición social de los centros».

Por su parte, el adjunto al Síndic para la defensa de los derechos de los niños, Xavier Gornal, reclamó a los ayuntamientos catalanes que estudien las «irregularidades» que se llevan a cabo en la matriculación, con empadronamientos falseados para poder inscribirse en determinadas escuelas. Para el Síndic, los consistorios no sólo disponen de los medios para hacerlo, sino que son los «responsables» de sancionar «con rigor» estas acciones. Asimismo, lamentó «la escasa voluntad política» para solucionar el problema, así como para asegurar «la igualdad de oportunidades» para todos los estudiantes.