El ministro Bossi justifica la violencia contra los gitanos

El Mundo, IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal, 16-05-2008

Ante la ola de ataques a cíngaros, el líder de la derechista Liga Norte dice que «la gente hace lo que no logra hacer la clase dirigente» «La gente hace lo que no logra hacer la clase dirigente». Escueto pero revelador, es el comentario con el que Umberto Bossi, líder de la Liga del Norte y ministro del Gobierno de Silvio Berlusconi, justificaba ayer la oleada de violencia que en los últimos días ha llevado a decenas de encolerizados italianos a asaltar varios campamentos gitanos y prenderles fuego. «Es necesario ofrecer seguridad a los ciudadanos», añadía Bossi.


Y en este clima, por toda Italia se multiplican las agresiones contra los cíngaros. En Milán se ha detectado un grupo de neonazis que recorría la via Morosini, en el barrio de Monforte, a la caza de gitanos. En esa misma zona un coctel molotov ha incendiado un edificio abandonado en el que vivían gitanos, quienes hace ya unos días fueron objeto de una paliza. Y en Roma también circulan rondas antigitanos de gente armada con palos, bates y cuchillos. «Nos estamos turnando para vigilar por la noche nuestro campamento. Estamos muy cerca de la carretera y es muy fácil que cualquiera venga y nos tire un cócterl molotov», asegura a EL MUNDO Cisma Odisea, jefe del campo de Castel Romano, a unos 20 kilómetros del centro de Roma.


«También los gitanos son ciudadanos europeos y, por tanto, deberían tener asegurados sus derechos», se veía obligado a recordar el ministro del Interior de Rumanía, Cristian David, quien ayer se entrevistó en Roma con su homólogo italiano, Roberto Maroni, a propósito de las duras medidas contra los inmigrantes (sobre todo los gitanos de origen rumano) que el Gobierno de Berlusconi quiere poner en marcha.


El Ejecutivo de Il Cavaliere está decidido a combatir a los inmigrantes desde el frente político (el miércoles está previsto que el Consejo de Ministros apruebe un decreto ley que entre otros tipificará como delito la inmigración ilegal) pero también el policial. Ayer, por ejemplo, tuvo lugar en nueve regiones de Italia una operación policial contra la inmigración clandestina que se saldó con la detención de cientos de personas y la expulsión de varias decenas. «El objetivo de la operación ha sido combatir delitos que se cometen a pie de calle y que están ampliamente relacionados con la inmigración clandestina, que en los últimos tiempos ha provocado un aumento de la alarma social», explicaba Francesco Gratteri, jefe anticrimen de la Policía.


En la operación fueron detenidas 383 personas, 268 inmigrantes (50 marroquíes, 32 rumanos, 25 tunecinos…). Todos ellos están acusados de delitos que van desde el tráfico de drogas hasta proxenetismo, pasando por robos y hurtos. Y se ha decretado la expulsión de 118 de los detenidos. De hecho, 53 fueron ayer acompañados hasta la frontera y otros 65 conducidos a centros de internamiento. «Es algo positivo, es lo que la gente quiere», destacaba Bossi a propósito de la redada.


elmundo.es


Vídeo:


Detenidos 400 rumanos en Italia.

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