El motor de la necesidad

El País, JUNE FERNÁNDEZ, 16-05-2008

La Unión Europea ha encargado un estudio, el primero que se realiza a escala mundial, para probar científicamente si el cambio climático producirá migraciones masivas al Norte, uno de los principales miedos que emergen al predecir las consecuencias de tal fenómeno. Miembros de la Universidad del País Vasco (UPV) han colaborado en el proyecto, cuyos responsables se reunieron ayer en Bilbao para redactar las conclusiones.

Siete equipos multidisciplinares de Alemania, Bélgica, Austria, Hungría y España han demostrado dicha relación mediante encuestas sociológicas, prospecciones meteorológicas y estudios historiográficos realizados durante año y medio en 17 países. Los estudios de cada país comprueban que ya existen migraciones derivadas por causas medioambientales. “Los emigrantes encuestados hablan sólo de causas económicas, pero la pobreza a menudo está motivada por los efectos del cambio climático, que impiden vivir de la agricultura”, señala Óscar Álvarez, historiador de la UPV miembro del equipo internacional.

Ejemplos más directos son los picos en los flujos migratorios que se registran a raíz de fenómenos meteorológicos como El Niño. Además, el cambio climático agrava conflictos como la pugna por los recursos acuíferos “que esconde la ocupación de Israel en Palestina”. Si las prospecciones se cumplen y no se toman medidas preventivas o paliativas, en 30 años será una de las principales causas para emigrar, alerta.

Con estos resultados, el equipo redactará una guía para orientar las políticas gubernamentales, cuya conclusión principal será la necesidad de generar más desarrollo. Los países que diversifican su economía, forman a la población y son democráticos sufren menos los efectos de la contaminación, señala el científico vasco. Y pone como buenos ejemplos Brasil, Australia e incluso Andalucía. En el otro extremo se encuentran Senegal y Birmania: las consecuencias de las catástrofes naturales se han agravado por sus “gobiernos corruptos”. “Hay que acompañar la reducción de la contaminación con mejoras sociales. Si tanto alarma la inmigración, presionemos a los gobiernos para que destinen recursos”, sostiene Álvarez.

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