La compatriota perdió sus piernas al caer del tren en Durango, cuando viajaba para llegar a los Estados Unidos.

Una vez más la tragedia golpea con dureza sobre una compatriota, al recorrer su sueño viajero en las inmediaciones de Gómez Palacio, Durango, en el norte de México.

Ahora fue el turno de una compatriota, quien perdió parte de sus piernas luego de caer del ferrocarril en el que viajaba intentando llegar a la frontera entre México y EUA. La mujer permanece internada en el Hospital General de Durango.

Según el reporte oficial conocido el sábado en la noche, personal de la comandancia regional de la Dirección Estatal de Investigaciones informó que la compatriota responde al nombre de Elba Yolanda Ramos, de 26 años, originaria del barrio del Campamento, en Sonsonate.

Ramos ingresó el sábado a la sala de urgencias del Hospital General de Gómez Palacio, donde se conoció fue sometida a una intervención.

A su tiempo, Tránsito y Vialidad del municipio de Gómez Palacio estableció que los hechos ocurrieron cuando la salvadoreña viajaba en uno de los vagones del tren. Al transitar por la avenida Vergel, entre las calles Zarco y Mártires de la colonia Santa Rosa, a pocos metros de la sede municipal, la connacional cayó del vehículo y fue arrollada.

Se detalló que la máquina en la que viajaba es la número 4556, de color azul y pertenece a la empresa Ferrocarril Mexicano S.A. de C.V. (Ferromex), y se desconoce el nombre del maquinista. El tren tenía como destino final Chihuahua, en la frontera norte de México, según dio a conocer Jesús Medrano Hernández, vigilante de Ferromex.

Medrano Hernández proporcionó a la Policía detalles del incidente. El vigilante indicó que la compatriota viajaba en uno de los vagones del tren y que cayó del mismo.

Posteriormente, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) acudieron al Hospital General para obtener información sobre la salvadoreña. Sin embargo, no se les permitió el contacto con ella debido a que se encontraba en estado delicado tras la cirugía.

En los últimos meses, además del riesgo de los inmigrantes al caer del tren y perder una de sus extremidades se unen los asaltos por pandilleros en el trayecto hacia Estados Unidos.