La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega , anunció ayer en el acto de inauguración del III Encuentro de Mujeres por un mundo mejor que el Plan de Derechos Humanos sobre el que trabaja el Gobierno incluirá «un programa integral contra la trata de seres humanos tanto con fines de explotación sexual como laboral».

De la Vega hizo el anuncio durante un discurso en el que puso como ejemplo de igualdad el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, reivindicó la unión de las voces de todas las mujeres, el «mayor motor de progreso» de los países, y denunció que la violencia «sigue siendo la peor de las mordazas con las que se silencia» a las mujeres.

La vicepresidenta celebró lo mucho que las mujeres han «avanzado» desde que tuvo lugar el primero de los encuentros en Maputo, en 2006, y defendió que para evitar que las leyes «se conviertan en letra muerta hay que convertirlas en realidades». Así, aseguró que en muchos países las mujeres ya han obtenido «el reconocimiento de los derechos políticos y sociales» que les corresponden y puso como ejemplo el Ejecutivo español.

Además, afirmó, ahora el Gobierno va a dar “un paso más allá con dos iniciativas cuyo fundamento es también la igualdad”. Por un lado, se refirió a la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación, “que combatirá cualquier traza de racismo, de xenofobia o de intolerancia”, y, por otro, al Plan de Derechos Humanos, que, según anunció, “incorporará un programa integral de lucha contra la trata de seres humanos tanto con fines de explotación sexual como laboral”.

En el acto de inauguración también participaron la presidenta de Liberia, Ellen Jonson – Sirleaf, la primera mujer en convertirse jefa de Estado en un país africano, la ministra de Asuntos Exteriores, Aichatou Mindaoudou, la presidenta del Parlamento panafricano, Gertrude Mongella, y el presidente de la República de Níger, Mamadou Tandja.