Los chatarreros que van con su carrito lleno de ferralla y otros residuos metálicos por en medio de las carreteras han proliferado de tal manera que se han convertido en un peligro para los conductores que tienen que esquivarlos e incluso para ellos mismos, que pueden ser atropellados. Lo que empezó hace meses siendo casi una anécdota – la imagen de unos inmigrantes, normalmente de nacionalidad rumana – empujando un carrito de la compra cargado de chatarra, reviste ya tintes de una situación problemática, que puede provocar accidentes, por lo que la Concejalía de Seguridad y Circulación, que dirige Nuria Fuentes, ha decidido tomar cartas en el asunto e intervenir para corregir ese tipo de conductas, que pueden acarrear peligro.

La Policía Local ha montado un dispositivo especial que se puso en marcha ayer lunes y ha comenzado a multar a los chatarreros. La sanción responde a una infracción de la vigente Ley de Tráfico, que prohíbe a los peatones circular por la calzada (artículo 49, apartado 1, opción 3), sancionándole con una multa de 36 euros. Es la misma normativa – y la misma sanción – que se aplica con los gorrillas y con los limpiaparabrisas, actividades ésta última que también estaba prácticamente copada por los inmigrantes rumanos y que desde hace unos meses, coincidiendo con otra batida de la Policía Local, ha desaparecido.

Además, para el supuesto de que las personas infractoras no hicieran caso de las indicaciones de los agentes, éstos darían cuenta al juez, ya que podría constituir una falta de desobediencia a la autoridad.

Además, y puesto que, en algunas ocasiones, los materiales que estas personas transportan pueden haber sido sustraídos a sus legítimos propietarios – desde los carritos de los hipermercados al cobre o a la ferralla procedente de una obra – , desde la Concejalía de Seguridad y Circulación, se van a poner en conocimiento de la Delegación del Gobierno estas situaciones, con el fin de que, en los supuestos de sospechas sobre la ilicitud de la posesión de estos materiales, por los Cuerpos competentes – Cuerpo Nacional de Policía o Guardia Civil – se proceda a la investigación de esas posibles infracciones penales.

Por las razones mencionadas, desde la Concejalía de Seguridad y Circulación se ha dado instrucciones a la Jefatura del Cuerpo de la Policía Local para diseñar un dispositivo especial de actuación, con el objetivo de vigilar, controlar y corregir este tipo de conductas. Este dispositivo se plasmará a través de dos vías.

Por una parte, y con carácter general, el conjunto de la plantilla atenderá cualquier incidencia que, al respecto, observe durante la prestación de sus diferentes servicios. Por los servicios de policía de barrio y de pedanías se prestará una especial atención para prevenir y denunciar estas infracciones.

Cinco patrullas

Por otra parte, y con carácter específico, se destinarán 5 patrullas para atender de manera especial esta problemática. De acuerdo con los datos que maneja la Policía Local acerca de la incidencia de esta actividad, se llevará a cabo la vigilancia en el casco urbano y las pedanías, en horario de mañana y tarde durante los días laborables.

Un equipo de redactora y fotógrafo de La Verdad y otro de Canal 6 acompañaron a una patrulla del Grupo de Seguridad Ciudadana ayer en el primer de la puesta en marcha del dispositivo contra los chatarreros. El punto de partida es el cuartel de La Flota y el equipo multimedia se suma a los cuatro agentes de la Policía Local, que emprenden el servicio en un furgón.

La ruta se inició en el Camino Viejo de Monteagudo, uno de los más frecuentados por los inmigrantes que se dedican a recoger chatarra, y a que allí hay un desguace de coches y muy cerca, en la carretera de Alicante, otro almacén de chatarra. En la misma puerta del desguace, la Policía Local pilla in fraganti a los primeros infractores. En este caso no son rumanos, sino murcianos y vecinos de Monteagudo. El primer sancionado es Gabriel, un menor, de 17 años, que empujaba un carretilla con lo que parece ser un microondas despiezado. Él asegura que lo trae de casa de su abuela, pero se niega a dar más explicaciones: «No quiero fotos ni cámaras». También en la puerta del desguace piden la documentación a Fernando Alcaraz Muñoz, albañil, a quien no multan porque iba por la acera. «Son marcos de la ventana de mi casa», asegura.

La ruta continúa por la carretera de Alicante, donde pronto vemos a otro inmigrante – que resulta ser rumano – , que también es sancionado por la Policía. Los siguientes infractores – rumanos – son interceptados en el carril Cuatro Caminos, en Zarandona.