El Gobierno prepara un plan para reclutar a otros temporeros ante el retorno de trabajadores al Este

ABC, 11-05-2008

ROBERTO PÉREZ

ZARAGOZA. El Gobierno central está trabajando en un plan para reclutar trabajadores en terceros países, encargarse de formarlos en las tareas agrícolas y disponer de una bolsa de empleo ordenada a la que poder recurrir cada año para cubrir las necesidades de mano de obra de la agricultura española.

El plan, confirmado a ABC por fuentes oficiales, se ha empezado a diseñar ante el temor de que, a medio plazo, el campo español pueda quedarse desabastecido de mano de obra, entre otros motivos por el despegue que están experimentando las economías de la Europa del Este y el retorno de inmigrantes a esos países, fundamentalmente búlgaros y rumanos.

«Una idea»

Las mismas fuentes han subrayado que, de momento, se trata de «una idea». Pero reconocen que se está trabajando para convertirla en un plan que se pueda poner en marcha cuanto antes.

Representantes de la Administración ya se lo han explicado a algunos agricultores aragoneses durante las últimas reuniones mantenidas para tratar de resolver las necesidades de mano de obra para esta nueva campaña de recolección, que arranca ahora con la cereza y que en esta Comunidad autónoma se prolongará hasta octubre, cuando acabe la vendimia.

Según este plan, España captaría mano de obra en terceros países, pero también se encargaría de formar a igualmente a esos inmigrantes. Y no sólo en las tareas más elementales de la recolección, sino también en los trabajos de mantenimiento de las explotaciones durante todo el año, caso de la poda, el sulfatado o la gestión de regadíos, por citar unos ejemplos.

Serio problema desde hace años Desde hace años, los titulares de explotaciones agrarias en la Comunidad autónoma de Aragón se enfrentan cada año a serias dificultades para encontrar temporeros. El problema es que la agricultura no atrae como salida laboral y para muchos inmigrantes suele ser sólo algo temporal hasta poder encontrar trabajo en otro sector.

Es un problema que se arrastra desde hace años, pero se teme que puede agravarse aún más a medio plazo. De ahí que el Gobierno central haya empezado a trabajar en este proyecto para reclutar a trabajadores del campo.

Cambiar de sector

El sindicato agrario COAG calculó en su día que, de los 80.000 inmigrantes que fueron regularizados como trabajadores agrarios en el año 2005, sólo 30.000 permanecían en este sector un año después. Los demás habían aprovechado para dar el salto a empleos en otros sectores.

Y los inmigrantes son una pieza fundamental. Se calcula que son alrededor de 150.000 los puestos de trabajo cubiertos por extranjeros en el campo español, del orden de la cuarta parte del total de empleo por cuenta ajena que da el sector primario.

Pero su importancia es todavía mayor si se tiene en cuenta que son la inmensa mayoría a la hora de cubrir los empleos más estacionales.

Multas de envergadura

Un ejemplo es la Comunidad autónoma de Aragón y sus comarcas fruteras más en concreto. El año pasado, la falta de mano de obra legal llevó a algunos agricultores a contratar inmigrantes sin papeles. Insistían en que no tenían otra opción si no querían que sus cosechas se cayeran del árbol sin recoger. Para demostrarlo, un grupo de agricultores de la comarca de Calatayud se plantó ante la Oficina de Empleo de la zona para pedir trabajadores. La respuesta fue clara: no había.

Pero, por entonces, una docena de esos agricultores ya habían recibido inspecciones de Trabajo, en algunos casos con cobertura de las fuerzas de seguridad para localizar y llegar a los campos en los que se estaba trabajando.

Aunque los alcaldes se pusieron del lado de los agricultores y pidieron a la Administración del Estado que comprendiera la situación, esos expedientes han sido cursados y están llegando las multas en las últimas semanas.

Según han informado a ABC fuentes del sector, uno de los agricultores denunciados, de la localidad de Aniñón, ha recibido la notificación de la multa: 42.007 euros, 6.001 por cada uno de los siete «sin papeles» que tenía trabajando.

La única mano de obra disponible era la de rumanos y búlgaros, ciudadanos sin papeles por la moratoria que impide su libre contratación en España hasta el 1 de enero de 2009, pero que pueden residir en España por ser miembros de la Unión Europea.

Coordinación

Para este año, la Delegación del Gobierno en Aragón ha coordinado con las organizaciones agrarias un mecanismo para las contrataciones de esos inmigrantes, para agilizar al máximo los trámites en cuestión de días.

Pero los agricultores y la Administración temen que los ciudadanos rumanos y búlgaros, en cuanto puedan trabajar libremente en España desde el 1 de enero de 2009, se busquen trabajo en otro sector o regresen a sus países de origen, donde cada vez tienen más oportunidades por el desarrollo económico que van experimentando tras su ingreso en la Unión Europea.

Y hay que tener en cuenta que rumanos y búlgaros son, junto a marroquíes y ecuatorianos, los que más empleos por cuenta ajena ocupan en la agricultura española.

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