Camps ofrece pactar la ley de integración de inmigrantes pese a las críticas de la oposición

El PSPV califica la norma de "engendro e inútil" y Compromís la compara con el holocausto nazi

Las Provincias, HÉCTOR ESTEBAN, 09-05-2008

El hemiciclo de Les Corts vivió ayer una de las sesiones de control más tensas de la actual legislatura. El presidente del Consell, Francisco Camps, subió a la tribuna con el ánimo de pactar la Ley de Integración del Inmigrante. Un oferta abierta al Gobierno central, partidos políticos, entidades sociales y municipios. La oposición, que llegó a la Cámara valenciana con el discurso ya escrito, no quiso ni oír la posibilidad de un hipotético acuerdo. Tanto PSPV como Compromís pel País Valencià basaron sus respuestas en críticas y reproches.

Camps intervino con el plus de que el Gobierno no ha rechazado de forma tajante el contrato o compromiso – las dos acepciones se utilizaron ayer en Les Corts – para inmigrantes que quiere aplicar por ley el Consell en la Comunitat. El miércoles, el encuentro en Madrid entre el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y el conseller de Gobernación, Rafael Blasco, fue más cordial de lo que se preveía. Todo ello, a pesar de las llamadas, según las fuentes consultadas por este periódico, que presionaron a Corbacho para abrir un nuevo frente con el Consell.

Esa primera toma de contacto en positivo es la que animó al presidente Camps a proponer, primero al PSPV y luego a un nivel más general, una negociación para consensuar la Ley de Integración del Inmigrante. Los dos grupos de la oposición, que formularon la misma pregunta en la sesión de control, ni se plantearon la posibilidad.

Los discursos de los portavoces de PSPV y Compromís fueron ácidos. El socialista Ángel Luna estuvo puntilloso. La síndica de la coalición de izquierdas, Mónica Oltra, quizá, se pasó de frenada.

Luna afirmó que la ley propuesta por la conselleria que dirige Rafael Blasco es “inútil”. Además, calificó la norma de “engendro”. El portavoz socialista sólo aludió a la oferta de pacto de Camps para pedirle al jefe del Consell que le mandara el borrador de la ley.

Durante su intervención, Luna afirmó que el contrato que prepara el Consell sólo crea “angustia” entre los inmigrantes. Un término que fue aprovechado en la réplica por el jefe del Gobierno valenciano para señalar que “la única angustia es ver como Zapatero torea a los valencianos con su política hídrica”. No hay sesión de control que se precie en la que no salga a la palestra el debate del agua.

Luna se preguntó si el compromiso para inmigrantes también lo tendrán que firmar los noruegos o los estadounidenses. Una apreciación que le puso a Camps la respuesta en bandeja: “Para el Consell un colombiano, un noruego y un valenciano son iguales. Para Zapatero, un catalán, un aragonés y un valenciano no son iguales”. El trasvase del Ebro se mezcló otra vez en el debate sobre inmigración.

Camps, pese a los envites de la oposición, siguió con el plan previsto. Aseguró que la propuesta que defiende su Gobierno pondrá en marcha fórmulas de integración, actuará contra la xenofobia y fomentará medidas de participación pública. Luna, a pesar del ofrecimiento, aseguró que la norma “no servirá absolutamente para nada”.

Ante la escasa receptividad por parte del síndico del PSPV, Camps hizo un llamamiento de última hora: “Buscaremos al primer socialista que se quiera sentar de verdad con los populares para hablar de este tema”. Hubo una época, con Ignasi Pla al frente del PSPV, que era todo más fácil.

Tras la intervención de Luna, llegó el turno de Compromís, La síndica de la coalición, Mónica Oltra, debió empaparse bien de la película El Pianista, que proyecto TVE1 en la noche del miércoles. Quizá por ello articuló su discurso en torno a la xenofobia y el racismo. El holocausto nazi argumentó parte de su intervención. Oltra preguntó que si la próxima medida que tomará el Consell será poner “una estrella amarilla en la solapa” de los inmigrantes o “quizá un triángulo rosa”. Hitler identificaba así a los judíos y a los homosexuales durante el III Reich. “¿O a lo mejor será suficiente con reconocerlos por el color de la piel o el acento al hablar?”, concluyó Oltra.

La intervención de la portavoz de Compromís fue durísima. Tanto, que el conseller Blasco le pidió posteriormente que retirara sus palabras. Oltra hizo caso omiso.

La sesión de control se cerró con la sensación de que, de momento, será difícil que se abra una puerta para que los tres grupos con representación parlamentaria se sienten para tratar de consensuar la Ley de Integración del Inmigrante. A pesar de todo, la oferta de Camps sigue sobre la mesa. El presidente destacó que en los últimos años el censo de la Comunitat ha crecido en casi un millón de habitantes y con el PSPV “no venía nadie”.

La tensión del debate se palpó en la respuesta de los diputados de la bancada popular hacia el jefe del Consell y el titular de Gobernación. Hacía tiempo que los aplausos a sus intervenciones no eran tan largos. La presencia de Blasco siempre ayuda a dar más vidilla al rifirrafe político.


Sanidad y Educación

La sesión de control se abrió con una pregunta formulada por el portavoz popular, Ricardo Costa, sobre la actuación del Consell en materia de Sanidad y Educación. Camps señaló que el Gobierno valencianos se gasta cada día 26 millones – 11 para Educación y 15 para Sanidad – .

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