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Polémica en Rabat por la muerte de decenas de inmigrantes en una acción de patrulleras marroquíes

La Voz de Galicia, David Alvarado | Corresponsal, 08-05-2008

El Gobierno desmiente que sus soldados pinchasen una lancha hinchable

Marruecos niega que miembros de la Marina Real marroquí hayan ahogado intencionadamente a entre 29 y 33 inmigrantes subsaharianos, incluidos cuatro niños, según una información vertida ayer por un diario madrileño. Basándose en el testimonio de cinco supervivientes escondidos en Oujda, a apenas veinte kilómetros de la frontera argelina, el rotativo asegura que los soldados pincharon la embarcación neumática valiéndose de cuchillos atados a un palo durante la madrugada del 28 de abril frente a las costas de Alhucemas, al norte de Marruecos. Siempre según el testimonio de los náufragos, de nacionalidad nigeriana y maliense, posteriormente los marinos rescataron del mar a los supervivientes y los trasladaron a la frontera con la intención de hacerles pasar a la vecina Argelia.

Los hechos no son, sin embargo, ni mucho menos claros. Mientras oenegés marroquíes hablan de 36 muertos, organizaciones europeas como Fortress Europe aluden a 41 víctimas mortales. Por su parte, fuentes de seguridad marroquíes citadas por la agencia oficial MAP, ya evocaron el pasado 28 de abril la muerte por ahogamiento de «al menos diez inmigrantes subsaharianos», precisando además que eran tres las embarcaciones naufragadas y que 183 inmigrantes indocumentados, de entre ellos 69 marroquíes, fueron rescatados de una muerte segura gracias a la rápida intervención de la Marina Real.

«Propósitos graves»

Ayer por la tarde, las autoridades marroquíes corroboraron esta versión, desmintiendo categóricamente los «propósitos graves» del diario madrileño. En un comunicado se precisa que fue gracias a la intervención de la Marina Real que «se pudieron salvar del ahogamiento varias decenas de candidatos marroquíes y subsaharianos a la emigración clandestina». Las fuentes consultadas sí coinciden en señalar que los náufragos no marroquíes, en su mayoría subsaharianos, rescatados con vida fueron efectivamente trasladados al centro de retención de inmigrantes de Oujda, donde deben permanecer hasta su repatriación a los países de origen. «Muchos vienen indocumentados y no resulta nada fácil saber su nacionalidad», asegura un anónimo militar del centro.

Si bien las oenegés conceden que existen dudas alrededor de estas muertes, sí coinciden en señalar que se producen numerosos excesos de las autoridades, todo con el beneplácito de la UE. «Marruecos hace lo que Bruselas le ha encomendado, y es que Rabat se ha convertido en el gendarme de Europa contra las hordas de inmigrantes y todo en connivencia, entre otros, con España, tal y como se pudo constatar durante las avalanchas contra las vallas de Ceuta y Melilla», apunta Chakib el Khayari, presidente de la Asociación Rif de Derechos del Hombre.

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