El número de parados registrados en los servicios públicos de empleo subió en abril en 37.542 personas, lo que eleva el número total de desempleados a más de 2,338 millones. Se trata del peor dato en los últimos 23 años. Desde 1984 el desempleo no había aumentado en el mes de abril por razones estacionales.

El dato ha alarmado al propio vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, que ha reconocido que se está acelerando el ajuste en la construcción y se está trasladando al mercado laboral con mayor rapidez de la prevista.

La alarma ha surgido entre los expertos ante el temor de que se pueda iniciar un periodo de destrucción de empleo similar al que se produjo en 1979 cuando el paro subió en abril y mantuvo esa tendencia hasta 1984. Fue el dato que marcó la peor crisis económica de la transición democrática.

Si bien lo peor no es la subida del paro en abril, sino la tendencia registrada en los últimos doce meses, en que se ha producido una subida del desempleo en 315.393 personas. Este dato es el que mejor recoge el cambio de ciclo. Hasta ahora en términos interanuales el paro había ido descendiendo desde el 2005. El cambio de tendencia se ha producido con una virulencia desconocida hasta el momento.

Esta situación afecta a todo el territorio. En Catalunya el paro subió en abril en 7.747 personas y acumula un aumento de 50.728 los últimos 12 meses (un 20,40% más que hace un año), con lo que la cifra total de parados ya está muy cerca de los 300.000.

Aunque el nuevo ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha intentado acotar la pérdida de empleo al sector de la construcción y a los servicios ligados a ella, lo cierto es que el desempleo por primera vez se extiende a todos los sectores de la economía.

Es cierto que en términos relativos el aumento más relevante se produce en la construcción con 16.647 personas más (un 5,3% más que en marzo). La industria, lejos de tomar el relevo al empleo, también ha destruido 4.630 puestos de trabajo (1,6% más), mientras que el aumento del paro en servicios es de 17.455 (1,3% más). En la agricultura el empleo cae en 1.715 personas (2,3%).

No se trata de algo coyuntural. Si se analiza la evolución de los últimos doce meses, sorprende que el desempleo en la construcción ha aumentado un 53%, en la agricultura un 22,4%. Sin embargo, lo que llama la atención es que ni los servicios ni la industria están siendo capaces de tomar el relevo en la creación de empleo, ya que el paro se ha incrementado en un 13,7% y en un 7,%, respectivamente.

Otro elemento significativo es el elevado crecimiento del desempleo entre los inmigrantes. En los últimos doce meses han aumentado en cerca de 92.000 parados más, lo que supone un 60%. Desde hace un año uno de cada tres parados nuevos en inmigrante.

Este importante aumento del desempleo como consecuencia del crash de la burbuja inmobiliaria está cuestionando los nuevos objetivos anunciados por el Gobierno hace apenas dos semanas. Según las nuevas previsiones, la tasa de paro subirá hasta 9,8% este año y al 10% el 2009. Los últimos datos de la EPA hasta marzo situaron esta tasa en el 9,6%. Los expertos creen que el Gobierno tendrá que volver a revisar sus previsiones al alza al 11%.