El ministro rechazará hoy el contrato de integración de los valencianos – Le dirá al ‘conseller’ que es el Gobierno el que trata estos asuntos El polémico contrato de integración para extranjeros que promueve el presidente de la Generalitat Valenciana, el popular Francisco Camps, tiene pocas posibilidades de prosperar. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, considera que el Gobierno autonómico no tiene competencias para poner en marcha esta iniciativa y así se lo hará saber hoy al conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco, durante la reunión que ambos mantendrán en Madrid.

«No entraré en peleas entre administraciones, pero cada uno que se quede en el marco de sus competencias», advirtió ayer el ministro durante una rueda de prensa.

Corbacho explicó que «queda bastante claro» a quién corresponde gestionar las medidas recogidas en el anteproyecto de Ley de Integración de los Extranjeros que prepara el Ejecutivo valenciano y, en este sentido, recordó que es la Administración General del Estado «la que determina los calendarios y la toma de decisiones».

El Gobierno no descarta interponer un recurso ante el Tribunal Constitucional si la Generalitat sigue adelante con su idea del contrato, pero, a cambio, Corbacho tratará de encontrar en la reunión de hoy otros «puntos de encuentro». Por ejemplo, en el borrador del anteproyecto de ley se contempla la posibilidad de realizar inspecciones en las viviendas «para evitar el hacinamiento y la segregación» y eliminar así los pisos patera, una medida que el propio Corbacho aplicó cuando era alcalde de L’Hospitalet (Barcelona) y a la que no se opone como ministro.

No en vano, Corbacho insiste en que los valencianos siempre encontrarán en él «posibilidades de diálogo, acuerdo y concertación». Tantas, que el propio Blasco no escatimaba elogios ayer: «Me parecen muy realistas y apropiadas las declaraciones que hasta ahora ha hecho el ministro; es más, estoy muy de acuerdo con sus planteamientos».

Corbacho enmarcó la cita con Blasco dentro de una ronda de contactos «de cortesía institucional» que está teniendo con los consejeros de las comunidades autónomas (ayer fue la de Castilla – La Mancha y la semana que viene serán los de Extremadura y Canarias), pero lo que está claro es que para los valencianos será crucial la línea que les marque el ministro en materia de integración de inmigrantes. No hay que olvidar que son los primeros en desarrollar una de las promesas estrella de Mariano Rajoy durante la campaña electoral, a la que ya se han opuesto los colectivos sociales e incluso la Conferencia Episcopal.