ENTREVISTA: RAFAEL RECUENCO Secretario general de UGT del País Valenciano

"A los inmigrantes solo les pedimos la cuota sindical"

El País, MIGUEL OLIVARES - Valencia, 05-05-2008

Rafael Recuenco (Villarobledo 1951) fundó la organización autonómica de UGT en 1988 y es su secretario general desde entonces. Cuatro semanas antes de la fiesta del Primero de Mayo puso su cargo a disposición de la organización. Dos semanas después, agradeció el aval del Comité Nacional del sindicato para culminar su mandato. Formalmente le queda un año en el cargo, pero tiene buen aspecto, se expresa con energía, y asegura que hace lo que más le gusta.

Pregunta. ¿Se presentará a la reelección?

Respuesta. Eso está lejísimos, el congreso autonómico todavía no se ha convocado. No se ha convocado siquiera el congreso federal, que es anterior…

P. ¿Por qué puso su cargo a disposición de la organización?

R. Por los malos resultados de las elecciones sindicales. Algunos se mostraron muy sorprendidos por el momento, pero todo tiene su explicación. Los cómputos de las elecciones sindicales entre 2003 y 2007 los conocíamos en diciembre, pero se publican en febrero, en plena efervescencia de la campaña electoral. Así que decidí asumir mi responsabilidad cuando pasó la marejada de las elecciones. La organización tiene mecanismos para abordar estas cosas. Si dos tercios del comité nacional se ponen de acuerdo cambia el secretario general.

P. En el comité nacional apenas hubo debate al respecto…

R. Las intervenciones de los representantes de la inmensa mayoría de la organización, salvo una, fueron para recordar que fui elegido para cuatro años, que los resultados de las elecciones sindicales son responsabilidad de todos. “No es solo responsabilidad tuya”, repitieron. Algunos pueden decir que no voy mucho al Valencia o que no soy muy simpático, pero la organización se posicionó en noviembre y el 98% apoyó mi informe de gestión. Además, en la comisión ejecutiva nunca hemos tenido que votar, todo se ha aprobado por unanimidad y no se ha manifestado ningún descontento.

P. ¿Se siente responsable de los malos resultados?

R. Me considero responsable porque soy secretario general de la UGT y eso es mucho más importante que ser consejero, concejal o cualquier otro cargo de responsabilidad política. Y hago lo que me gusta, defender a los que menos tienen, pero no dejo de entender que los demás también pintan algo.

P. Joan Sifre, secretario general de CC OO, ha anunciado que dejará el cargo. ¿Ve necesaria una renovación en UGT?

R. Sé que Sifre lo deja, pero es que en CC OO lo tienen reglamentado. ¿Qué es renovación? La renovación en un sindicato es permanente. Si algo hacemos, es la renovación permanente de toda la actividad sindical. Ahora firmamos convenios para cuatro años y eso hace diez años era impensable; ahora ponemos énfasis en las cláusulas de revisión salarial pero no en la reducción de jornada. O estamos en la sociedad o no tendríamos lo que tenemos. Entre UGT y CC OO representamos al 80% de los trabajadores. Y estoy especialmente satisfecho con los resultados en muchas grandes empresas, con toda la que ha caído mantenemos una amplísima mayoría en Ford, en Ferrocarrils de la Generalitat, en la EMT.

P. ¿Le han instado a reflexionar sobre su futuro sus compañeros del metal?

R. Yo no tengo esa percepción. El último conocimiento que tengo es lo que se expuso en el comité nacional. Mi opinión sobre los resultados de las últimas elecciones la he reflexionado privadamente. Y creo que, efectivamente, no soy el único responsable.

P. ¿Está contaminado el sindicato por la situación del PSPV?

R. Rotundamente no. En los foros orgánicos del sindicato se aprecia que la UGT es cada vez más plural. Y creo que para bien. Hace años todos los dirigentes de UGT eran militantes del partido socialista. Eso ha cambiado. Yo, desde que dimití de diputado autonómico en 1988, he levantado el pistón. Ahora, militantes de otros partidos son miembros de UGT.

P. ¿Qué opina de la intención del Consell de legislar sobre el contrato para los inmigrantes?

R. Es lamentable que en el siglo en el que estamos y respetando el legítimo derecho a legislar, un hombre con la experiencia y trayectoria de Rafael Blasco formule una propuesta que es rechazable sin ningún paliativo. El Consell mantiene un diálogo abierto con las organizaciones sindicales en el que participan dos vicepresidentes, Vicente Rambla y Gerardo Camps, y habíamos alcanzado el compromiso de crear una mesa para abordar temas de inmigración. Blasco nunca ha participado de ese diálogo. Y que ahora abra la caja de los truenos en materia de inmigración al margen de cualquier mesa de negociación dice mucho de lo que piensa este Consell sobre el diálogo social. Además, ¿qué usos, qué costumbres? Ser fallero, ser de una filà, ir a la iglesia… La integración se debe abordar con medidas progresistas, nunca reaccionarias, y el contrato para los inmigrantes es profundamente reaccionario.

P. ¿Se afilian los inmigrantes?

R. Sí. El Gobierno de Aznar intentó impedir que los inmigrantes sin papeles pudieran afiliarse a los sindicatos, pero UGT llegó hasta el Tribunal Constitucional y ganó. Nosotros tenemos muchos afiliados inmigrantes, con o sin papeles, solo les pedimos la cuota sindical. Les vemos la cara, pero no les preguntamos nada sobre su religión, su color o su sexo.

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