«¿Es este tipo un maricón o no?». La pregunta cuelga en una de las webs ultras del Reino Unido y el tipo en cuestión no es otro que Richard Barnbrook, dirigente de la extrema derecha británica y candidato del BNP a la Alcaldía de Londres. La pregunta viene a cuento porque Barnbrook tiene un pasado de artista que incluye la producción de un filme de tintes homosexuales y rayano en la pornografía.

El BNP o Partido Nacional Británico es un batiburrillo de racistas, homófobos y extremistas alarmados por los vaivenes de la inmigración y las políticas laboristas. Por eso, llama la atención que eligieran como candidato precisamente a alguien con el pasado de Barnbrook. Es cierto que la película la hizo en su otra vida, aquella apacible de profesor y artista aficionado, mucho antes de convertirse a las bondades del credo ultraderechista. Por entonces frecuentaba otras compañías e incluso se casó con una inmigrante. Americana, eso sí. Nada de malasias, indias o paquistaníes.

El filme – realizado en 1989 – duraba 58 minutos y fue tildado de «marxista» por un crítico peregrino. El título – HMS Discovery – prometía emociones fuertes y desde luego no defraudaba. Había escenas de flagelación, hombres desnudos que chapotean a la orilla del río y al menos dos que simulan una penetración delante de la cámara.

No es de extrañar que Barnbrook, reconvertido ahora a candidato ultra, haya esquivado como una anguila cualquier pregunta sobre la película de marras. O que se escude cada vez que puede en que se trataba de un filme artístico y no pornográfico como dice la prensa viperina. Sin embargo, la cosa ha trascendido y es la comidilla entre sus votantes aunque está por ver si le resta o le suma apoyos.

El BNP se quedó en los pasados comicios a sólo un 0,2% de lograr un escaño en la Asamblea de Londres, la Cámara encargada de fiscalizar la gestión del alcalde. Esta vez, las encuestas dicen que cruzarán el umbral, lo que sin duda se interpretará como un dato para la alarma en el sistema político.

El filme gay no es el único detalle procaz de la biografía de Barnbrook. El líder ultra dejó boquiabierto a la prensa cuando anunció su compromiso con una ex bailarina del English National Ballet. Un gesto que se interpretó como un barniz de respetabilidad, pero que quedó sin efecto después de la aparición en escena de una enfermera finlandesa que dijo que a ella también la propuso matrimonio, pero que lo dejó cuando vio que tenía Mein Kampf debajo de la cama. Por si fuera poco, Barnbrook tiene un hermano que encadena una novia jamaicana detrás de otra, lo que le pone de los nervios en las comidas familiares. Son todos síntomas de la debilidad intrínseca de un partido que cíclicamente trata de lavar su imagen con fichajes extravagantes pero en cuyo ADN permanece el virus de la intolerancia.