Un hombre mata de un tiro a su suegro en Valencia

El País, L. G. G. / S. V., 02-05-2008

A plena luz del día y delante de su familia. Un hombre de 48 años, patriarca de una familia gitana y conocido como El Camarón, falleció ayer de un disparo de escopeta en la cabeza en la calle de Vicenta Salcedo de Valencia, en la zona de fábricas y casas abandonadas y degradadas del ámbito del futuro Parque Central. La Policía Nacional buscaba intensamente por la tarde al presunto autor, Antonio S. S., yerno de la víctima. El sospechoso ya intentó matar a la víctima hace meses, y fuentes de la investigación achacan el suceso a un posible “ajuste de cuentas” por asuntos relacionados con el tráfico de drogas o a disputas familiares debido a que su mujer, de la que tiene una orden de alejamiento, se quiere separar de él.

Con numerosos antecedentes penales, el agresor había salido de la cárcel recientemente tras cumplir una sentencia de dos años por un intento de homicidio en Benaguasil. Ayer acudió sobre las 13.15 a la casa del fallecido y en presencia de al menos una de sus hijas le descerrajó un tiro, salió tranquilamente y se alejó del lugar en su vehículo. La unidad del SAMU que acudió al aviso de emergencia no pudo hacer nada por salvar la vida del herido. Pocas horas después, los familiares del muerto se lamentaban en la calle por el trágico suceso. Una cuñada de la víctima no dejaba de gritar: “¡No hay justicia, no hay justicia!”. Según esta mujer, alterada por lo que acababan de vivir, el enfrentamiento se veía venir. El presunto autor del homicidio ya lo había intentado antes y “pegaba” a su esposa, explicó. Ellos lo habían denunciado. La familia, tras marcharse la policía y levantar el juez de guardia el cadáver, seguía muy nerviosa y no quería dar nombres ni comentar detalles de las circunstancias que rodearon el crimen. “Ya no hables más”, ordenó el marido a la mujer, que no paraba de exigir justicia.

El sospechoso del tiroteo vive en Vilamarxant, según los testigos, y en torno a esta localidad la Policía Nacional desplegó un operativo para detenerle. A primera hora de la tarde, fuentes policiales confiaban en atraparlo en poco tiempo. Los investigadores registraron la casa del agresor mientras proseguía la búsqueda.

La familia gitana afectada por el suceso vive en la zona degradada que flanquea el tramo final de la calle de San Vicente, en una vía de casas mayoritariamente abandonadas o semirruinosas. En las cercanías se hallan varias de las antiguas fábricas que serán destruidas para construir el nuevo barrio del plan del Parque Central, entre ellas la de Macosa, que ha sido en los últimos meses refugio de vagabundos y familias de rumanos en busca de un precario techo. Los vecinos de la Cruz Cubierta y San Vicente se han cansado durante años de denunciar la degradación urbana de su entorno a la espera de que se acometa la operación del Parque Central.

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