Once alumnos de 13 a 15 años, de un colegio de la ciudad de Maghnia, en el extremo oeste argelino, han sido detenidos poco antes de intentar embarcar en un bote para cruzar ilegalmente el Mediterráneo y alcanzar las costas españolas, informaron hoy los medios argelinos.

Se trata de la primera vez desde la aparición del fenómeno de la emigración ileal en Argelia en que son detenidos o encontrados en el mar adolescentes de esa edad.

Los once colegiales, entre los que había dos muchachas, fueron detenidos por la Policía Judicial la víspera del día en que tenían previsto embarcarse en un pequeño bote, después de que sus compañeros de colegio denunciarán la tentativa a la dirección de la escuela.

El registro de los adolescentes permitió descubrir importantes sumas de dinero y de joyas que debían servir para pagar a las redes que organizan la aventura de cruzar ilegalmente el Mediterráneo.

Los colegiales habían robado dinero y otros objetos de valor a sus padres y familiares con el fin de poder pagarse la travesía.

La inmensa mayoría de los emigrantes ilegales argelinos que han intentado alcanzar las costas españolas o italianas en los últimos dos años fueron jóvenes parados de entre 20 y 35 años, según los datos oficiales.

De acuerdo con esos datos, el 65 por ciento de los intentos de emigración clandestina se registraron en el oeste del país, especialmente desde las costas de las provincias de Mostaganem, Orán, Tlemcen y Ain Temouchent.

Las personas que se adentran en el mar en pequeñas embarcaciones desde el oeste de Argelia tienen como destino las costas españolas, mientras que quienes lo hacen desde el este se dirigen principalmente a Italia.

El ministro argelino de la Solidaridad Nacional, Djamel Ould Abbes, indicó recientemente que 1.568 jóvenes intentaron en 2007 atravesar el Mediterráneo hacia el sur de Europa, de los que 1.302 fueron salvados de la muerte antes de ahogarse.

Desde comienzos de este año cerca de 30 cuerpos sin vida de jóvenes emigrantes ilegales han sido encontrados flotando en el mar por los guardacostas argelinos en el oeste y el este del país.