roma. La victoria de Gianni Alemanno en la alcaldía de Roma y la elección ayer del presidente del Senado, Renato Schifani, ha desatado la euforia del partido de Silvio Berlusconi, quien ayer no se cortó a la hora de criticar a sus adversarios políticos. “Al pobre Veltroni no le sale bien ni una, haría mejor en irse a África”. señaló Il Cavaliere, para después proclamar: “Somos la nueva falange romana”.

Desde dentro de las filas de su coalición (el Pueblo de la Libertad), otro de sus dirigentes, Umberto Bossi, proclamó que llegó la hora de “expulsar a los inmigrantes”. Bossi, que es líder de la Liga Norte y conocido por sus ideas xenófobas, adelantó que él será el ministro de Reformas y recordó que Berlusconi “se ha casado con la Liga y ahora debe obedecer”.

Embebido en sus gran victoria electoral, Bossi parecía contento al ver a un nutrido jóvenes que le saludaban alzando el brazo al estilo de los antiguos romanos, el mismo saludo que popularizó hace más de medio siglo el dictador Benito Mussolini.

Mientras, Berlusconi rechazó ayer la mano que le tendió la centroizquierda tras perder las elecciones ya que, hoy por hoy, todos los altos cargos del Estado “están en manos de la izquierda”, desde el presidente de la República, Giorgio Napolitano (antiguo comunista) hasta los magistrados, según argumentó Berlusconi.

También Alemanno, el nuevo alcalde de Roma, se sumó a la euforia y apuntó que su “objetivo es expulsar a todos los que han cometido crímenes, porque esto aligeraría la situación. Procederemos a desmantelar los campamentos nómadas ilegales (de gitanos), que en Roma son 85”.

El vuelco electoral logrado por Alemanno, confirmó todavía más la derrota del PD de Walter Veltroni, que se ha convertido en el gran perdedor no sólo de las elecciones generales sino también de regionales, provinciales y municipales.