Umberto Bossi no pierde el tiempo. El líder de la Liga Norte aprovechó la constitución del Senado italiano para anticipar una legislatura polémica como aliado de Silvio Berlusconi. «Debemos expulsar a los inmigrantes y lograr el federalismo fiscal. Para ello, usaremos todos los instrumentos a nuestro alcance», proclamó poco antes de que arrancara oficialmente el periodo de sesiones de la cámara. Bossi, que casi con toda seguridad será el nuevo ministro de Reformas, lanzó un claro desafío a las formaciones de izquierdas, que se oponen a la autonomía impositiva de las regiones. «Si quieren enfrentamientos, tengo 300.000 hombres siempre dispuestos», amenazó.

Berlusconi, que en esta legislatura gobernará con holgura gracias al respaldo de la Liga Norte, no tuvo más remedio que terciar en la polémica para matizar las declaraciones de Bossi. «Sus fusiles son de papel», puntualizó en referencia a la amenaza de su socio de recurrir a las armas para lograr el federalismo fiscal. El líder de la formación de la Padania, sin embargo, no retiró sus palabras. «Los fusiles están siempre preparados», proclamó ayer antes de recordarle a Berlusconi que «se ha casado con la Liga y ahora debe obedecer».

Bossi lanzó su andanada durante la constitución del Senado italiano, que esta legislatura estará presidido por Renato Schifani. Siciliano de 58 años, el nuevo responsable de la cámara es uno de los colaboradores más estrechos de Berlusconi. El líder conservador anunció ayer que a lo largo de la próxima semana presentará a su nuevo Gobierno, en el que Bossi desempeñará un cargo de primer nivel.