El consejero de Inmigración y Ciudadanía valenciano, Rafael Blasco, anunció ayer que la futura Ley de Integración del Inmigrante contemplará un compromiso de integración por el que los inmigrantes deberán asumir «nuestro modelo de convivencia y nuestra escala de valores». Esta medida recuerda el contrato de integración para los inmigrantes propuesto por Mariano Rajoy en las elecciones pasadas, por el que los inmigrantes dispondrían de los mismos derechos que los españoles, pero deberían comprometerse a «cumplir las leyes, aprender la lengua y a respetar sus costumbres«. El vicesecretario regional del PP, David Serra, aseguró que la futura ley será una norma pionera, que pretende avanzar en la igualdad y en la integración social de los extranjeros en la comunidad. Un compromiso de integración que, a juicio del presidente de la asociación Rumiñahui, Edgar Constante, solo servirá para «excluir y marginar a los inmigrantes y que estos no puedan alzar la voz».

Una opinión similar a la del portavoz del Foro Alternativo de Inmigración, Mimi Boughaleb, quien indicó que la medida es «una excusa sin fundamento para implantar el contrato de Rajoy». Por su parte, los representantes de la Asociación Rumana de Castellón y de la Asociación de Inmigrantes de los Países del Este consideraron «positivo y normal» asumir el compromiso de integración.