Cañada Real

«No sabemos cuándo van a venir, pero vendrán»

El Mundo, QUICO ALSEDO, 29-04-2008

Los vecinos recogen sus enseres ante la amenaza de la piqueta municipal, que ayer no apareció finalmente pese a los rumores La noticia fue que no hubo noticia ayer en la Cañada Real. Pero la opinión generalizada es que la habrá. Las excavadoras de Urbanismo no hicieron acto de presencia en el asentamiento ilegal, a pesar de que una decena de notificaciones del juzgado llegaron a otras tantas viviendas del lugar la pasada semana, y que la rumorología cañadense aseguraba que la piqueta se ensañaría de nuevo con el sector V.


Pero la sangre no llegó finalmente al río, y dejó a los habitantes pendientes de un hilo: «No sabemos cuándo van a venir, pero vendrán», aseguró Miguel Martín, el portavoz de los vecinos asociados del sector V.


La expectación era notable, a las 08.00 horas de ayer, junto a las casas más cercanas al local de la asociación de vecinos, enfrente de la colonia Covivar. Esas mismas, las concomitantes con la casa del vicepresidente de la agrupación, Alí, derribada hace una semana, eran las que veían la espada de Damocles más cerca. Todas ellas están habitadas por marroquíes, que se asomaban a esas horas por las ventanas con la incertidumbre en el rostro. «Hemos recogido muchas cosas de valor que tenemos en casa, no queremos que nos pase como a los de la semana pasada, que ni siquiera pudieron salvar muchos de sus bienes más preciados», explicaba una chica magrebí embarazada.


En varias de las casas admitían haber recibido «papeles» del Ayuntamiento, pero «con recurso». En Urbanismo aclaraban que lo enviado a una decena de hogares es una suerte de preorden de desalojo: primero se insta a los ocupantes de las edificaciones en suelo público a que abandonen las viviendas y las destruyan por sus propios medios, «y después, si ellos no cumplen, es cuando hay que conseguir una orden del juez para hacerlo a la fuerza».


No obstante, es destacable la casi nula movilización de los vecinos ayer a la hora de defender las casas que podrían caer en breve por acción de la piqueta. No parece que la oposición, pues, vaya a ser violenta. De hecho, había mayoría de periodistas ayer frente a las casas en peligro.


LA UNION VECINAL DEL SECTOR V SE RESIENTE


El sector V de la Cañada Real parece darse por vencido después del mazazo de la demolición de tres viviendas la semana pasada sin apenas respuesta por parte de los habitantes de este rincón en ningún lugar entre Rivas y Vicálvaro. La desunión entre los habitantes, motivada por fricciones en el seno de la asociación de vecinos, habría provocado que la movilización ante las amenazas de nuevos derribos haya sido hasta ahora nula. La táctica de dividir a los vecinos – los marroquíes comienzan a desconfiar de los españoles – está funcionando a las mil maravillas para los políticos que se afanan en proyectar la desaparición del enclave «para especular ellos con estos terrenos, que están en el centro de muchos planes urbanísticos», aseguran algunos.


Ayer, la imagen de la Cañada era la de cualquier mañana, los vecinos apercibidos habrían salido por su propio pie y pacíficamente de las casas de haber llegado las excavadoras municipales, y mucho más aún teniendo en cuenta el impresionante despliegue policial que protegió los derribos de hace una semana.


El último clavo ardiente que les queda a los vecinos asociados es la posibilidad de sensibilizar a la opinión pública sobre su problema, y ése es el plan: convocar una enorme manifestación en los próximos días para pedir una solución no violenta para el lugar, habitado por 40.000 personas.

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