Pese a que los programas de la OIM no facilitan la vuelta a los ciudadanos de Marruecos, éste es uno de los países donde habitualmente hay un flujo de retornos no subvencionados. Según el demógrafo Andreu Domingo, autor de un estudio de la Fundació Jaume Bofill, “en los próximos años aumentará el retorno de inmigrantes a su país de origen, sobre todo de los procedentes de Marruecos, como reflejo de la madurez del fenómeno en Catalunya”. La comunidad marroquí, con 200.000 residentes, es el principal colectivo extranjero, llegó antes que el latinoamericano y por el hecho de copar algunos sectores, como el de la construcción, está más expuesto a una crisis económica.