Cuatro de los polizones que viajaban en un buque, del que ayer se desembarcó en Fuerteventura a otro inmigrante muerto permanecen ingresados en el Hospital General de la isla majorera, donde reciben asistencia sanitaria aunque sin que se tema por la vida de ninguno.

Así lo confirmaron fuentes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que detallaron que, pese a que las malas condiciones en que iban a bordo de los inmigrantes, diez en total, parece que fueron determinantes en el fallecimiento de uno de ellos, los otros cuatro cuya salud se ha visto resentida por la experiencia presentan problemas que superarán con tratamientos adecuados.

El desembarco de los polizones se produjo en la tarde de ayer, cuando el buque fondeó a una milla de la capital, Puerto del Rosario, y fue inspeccionado por autoridades policiales y judiciales.

Éstas ordenaron, por prescripción facultativa, que los nueve inmigrantes supervivientes fueran desembarcados en la isla para ser sometidos a revisión médica, mientras que autorizaron que el barco siguiera su rumbo hacia Vigo, según explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias.

Las fuentes añadieron que el capitán del navío, cuyo nombre no precisaron, es británico pero la consignataria del barco es francesa.

En cuanto a su ruta, indicaron que, al parecer, procedía de Costa de Marfil y navegaba hacia el norte de Europa, y que ayer el capitán comunicó a las autoridades de Puerto del Rosario la llegada del buque tras descubrir la presencia de los inmigrantes, que se habían escondido en el navío como polizones.