Antonio Alarcó Hernández vicepresidente segundo del cabildo de tenerife y senador

"La sanidad canaria no sólo carece de financiación"

El Día, Antonio Alarcó, 20-04-2008

se considera un hombre vitalista e intenta aprovechar al máximo las 24 horas del día para hacer frente a sus distintas responsabilidades: Vicepresidencia Segunda del Cabildo de Tenerife, escaño en el Senado y cirujano – profesor.

JORGE ESPINEL, Tenerife

Horas después de haber asistido en Madrid a la apertura solemne de la IX Legislatura por parte del Rey Don Juan Carlos, el vicepresidente segundo del Cabildo de Tenerife y senador por esta isla, Antonio Alarcó, adelanta en una entrevista las líneas que van a marcar su labor política en la Cámara Alta, donde acude después de unas disputadas elecciones.

– ¿Ilusionado con su nueva responsabilidad como senador por Tenerife?

– Absolutamente. Muy ilusionado, pero consciente de que es una gran responsabilidad haber obtenido casi 124.000 votos de los ciudadanos que viven en Tenerife. Es una bonita responsabilidad, pero hay que ser muy modesto, muy cauto y muy responsable, valga la redundancia, para llevar a buen fin este proyecto. Me siento con ganas, preparado y con muchas ideas para poder transmitir en el Senado, las necesidades que tiene la gente que vive en Tenerife.

– Sin embargo, hay mucha gente que no entiende cómo va usted a compatibilizar las responsabilidades que tiene como vicepresidente segundo del Cabildo, su escaño en el Senado y su labor profesional de cirujano en el HUC.

– Me considero una persona normal. Que el día tenga 24 horas es una cursilería, debería tener alguna hora más, lo digo de verdad.

– Pero la realidad es que tiene 24 horas…

– Para descansar hay que estar cansado. Descansar sin estar cansado es una tontería. Yo practico una frase que digo mucho: economía de recursos, que significa aprovechar al máximo el tiempo con vitalidad y yo me considero un hombre vitalista. Evidentemente, el día tiene las horas que tiene y tengo que recortar ciertas actividades, pero por ahora lo que estoy haciendo es combinar todas las tareas y aprovechar el tiempo. Existe un peligro y es que puedas caer en un nivel de incompetencia a la mínima y no te des cuenta. Pero tengo un entorno muy bueno, un gran equipo a mi alrededor y unos amigos muy buenos, además de una familia que me advertiría.

– Tanta responsabilidad…

– Debo decir una cosa, pues como la actividad política está tan mal valorada por los ciudadanos, que soy médico y profesor, y también político, lo que no supone una acumulación de sueldos, ni mucho menos, porque hay gente que lo cree. No tengo ningún sueldo en el Cabildo y en este momento estoy en excedencia especial de una cátedra. Voy a cobrar sólo como senador, que es menos que como catedrático.

– ¿Se puede decir que no vive de la política, sino para ella?

– No, estoy aquí porque quiero, voluntariamente, no lo veo como un mérito y desde luego no me voy a quejar por estar en política. Los errores que cometa serán responsabilidad mía y pediré disculpas cuando así ocurra, porque soy una persona normal. Lo que no seré nunca es negligente.

– Su corta vida política está jalonada de éxitos. ¿A qué aspira?

– Estoy en una gran marca que es el PP, partido en el que llevo unos siete años, pero siempre he tenido un compromiso social. Yo no distingo la política de la vida normal, porque es lo mismo. Fui vicedecano con 27 años, vicerrector con 32 y subdirector médico con unos pocos años más, es decir, he estado comprometido socialmente siempre. Y ahora en política, no sé si jalonada de éxitos, lo que si sé es que cuando uno tiene una trayectoria vital determinada, buena o mala, tiene también un factor de conocimiento y eso le permite a uno tener unos resultados.

– Sus éxitos van aparejados a los pequeños fracasos de su compañero en el Cabildo Ricardo Melchior. ¿Cree que ha encajado bien su derrota?

– Si hay una pareja que es irrompible esa es el éxito y el fracaso, el ganar y el perder. No se puede ganar sin que alguien pierda y no se puede perder sin que alguien gane. A estas alturas de la película estoy preparado exactamente igual para ganar que para perder. Porque es un estado natural de las cosas. Tengo unas muy buenas relaciones personales con Ricardo y las voy a seguir teniendo. No voy a hacer nada para que cambien. Lo que ha variado son las circunstancias políticas. Ahora soy vicepresidente del Cabildo y además senador. He ofrecido al Cabildo mi escaño para transmitir todas las cosas que quiera y representar al gobierno de la Isla de forma natural.

Un sentimiento

– Cuando se presentó a las elecciones al Cabildo una de las expresiones que utilizó fue que “el insularismo empequeñece a las personas”. ¿Sigue pensando lo mismo?

– Si por insularismo se entiende que hay que defender muy fuertemente los intereses de los ciudadanos que viven en Tenerife, no es lo que yo cuestiono, pero cuando uno se queda solamente en el insularismo, al final se autolimita. Yo vivo en La Laguna, me siento lagunero, tinerfeño, canario, español y europeo. Todo a la vez. Y ninguna de las cosas me limita, sino que me expanden. Porque Canarias, cuanto más seamos, mejor. Vaya por delante que los ciudadanos de Canarias dicen eso y la mayoría de ellos votan a partidos nacionales. Por algo será. Es más, los grandes avances de Canarias y de Tenerife son avances nacionales y la solución de los problemas fundamentales que tiene son soluciones nacionales: el euro, la entrada en Europa, frontera europea, el REF… Por eso digo que el insularismo, cuando uno se queda en ser solamente en eso se autolimita demasiado y no le conduce a nada.

– Uno de sus objetivos en la política es corregir las injusticias sociales. ¿Esa doble paga que ahora se han aprobado los diputados canarios, tal y como está la situación económica en las Islas, no lo es?

– Hay que ser muy cuidadosos cuando se está en lo público, para que acciones que se aprueban en otro momento, porque este tipo de medidas no son de ahora, sino que vienen de antes, sean compatibles con lo que está ocurriendo en la sociedad que uno representa. La política es voluntaria, pero necesita mucha dedicación, y en Europa, a la que pertenecemos, los políticos que menos cobran son los españoles.

– ¿Sus prioridades continúan siendo la inmigración, la sanidad y la educación?

– Claro, mis prioridades son las prioridades de los ciudadanos. Las particulares están anuladas en este momento. Por cierto, que coinciden con los que dice el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Evidentemente, no hay ninguna solución mágica para ellos, pero una cosa es que no haya soluciones mágicas y otra que nos pongamos a trabajar de verdad para mejorarlos. La inmigración necesita medidas urgentes, correctoras, que tienen que implicar al Cabildo, Gobierno de Canarias y de España y Europa.

– Sus primeras iniciativas en el Senado ¿tendrán estos objetivos?

– Nosotros ya estamos elaborando las preguntas parlamentarias correspondientes, enfocadas a estos cuatro puntos: inmigración, ¿cómo está el Frontex? ¿Qué vamos a hacer, señor ministro, qué vamos a hacer, de nuevo o que no se haya hecho, para que no ocurra lo que está pasando ahora, que ya llegan hasta al puerto de Santa Cruz? Vamos a preguntar sobre el transporte, si van a introducir a Canarias en la red ferroviaria nacional, como nos merecemos; si van a hacer las 24 obras recogidas dentro del plan hidrográfico para Canarias y si no hay plan hidrográfico, cuál va a ser su compromiso. Y así los seis problemas fundamentales que tenemos. Es verdad que todavía están pendientes de conformarse las comisiones, pero he pedido pertenecer a la de Sanidad, Educación, Europa e Iberoamérica.

– Dentro de la Comisión de Sanidad, uno de sus caballos de batalla será la financiación.

– Sin duda. La financiación, el cambio y mejora de la gestión, la priorización…

– Pero la gestión es competencia del Gobierno de Canarias.

– Claro. Mercedes Roldós es una gran consejera de Sanidad, lo digo de verdad, aunque también es cierto que es de mi partido y tal vez debería abstenerme. Tenemos un gran programa sanitario para Canarias y se están viendo los efectos, independientemente de que todavía hay bulla, legítima, Dios me libre, pero hay un diagnóstico certero de que enfermedad tenemos.

– ¿En qué sentido?

– En el ámbito de la gestión se están tomando decisiones: Plan de Urgencias, listas de espera, hospitales del norte y del sur de Tenerife completos, con financiación, con ficha financiera… Porque en política no hay que ser, hay que hacer y nosotros nos hemos decidido por hacer.

– Las Urgencias, por ejemplo…

– El plan de urgencias irá pronto bien, regulado. Hay que tener en cuenta que de que cada cien pacientes que van a Urgencias de un hospital de tercer nivel, como La Candelaria o el HUC, solamente ingresan un 12% y eso hay que corregirlo. Hay que usar los hospitales del norte y el sur, la Primaria funcionado, coordinada con la Secundaria y con nosotros, que somos la Terciaria; nuevas tecnologías, enfermedades prevalentes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, Urgencias, anorexia, etc., etc., para poder priorizar esas enfermedades y poder hacer planes especiales como hay ya.

– Y desde el Senado…

– En el Senado lo que vamos a intentar es pedir la financiación, porque la financiación no es la única causa de lo que ocurre en Canarias en sanidad, pero es una causa importante. Si los 815 millones de euros los pasa a millones de pesetas, eso son muchos hospitales del norte y del sur. Y no es demagogia, no es usar el dinero como excusa. Los hospitales del norte y del sur son 32 millones de euros.

– ¿Usted cree que los hospitales del norte y el sur de Tenerife no están ya construidos sólo por la falta de financiación?

– No. Los hospitales del norte y el sur no nacen como hospitales de segundo nivel comarcal. Lo hacen unidos a una iniciativa sociosanitaria del Cabildo, pero se vio que no podía ser, que necesitamos los hospitales del norte y el sur porque la población de Tenerife es distinta a la de Las Palmas. Aquí no está tan concentrada, sino en el norte, en el sur y en el área metropolitana. En cambio, en Las Palmas está mayoritariamente en el área metropolitana. Y qué ocurrió, que como se hace un plano arquitectónico sociosanitario, con algo sanitario, ahora se ha decidido, como es lógico, que sea sanitario, de segundo nivel, que tenga relación con lo sociosanitario, para que los recursos que son útiles se puedan usar conjuntamente.

Problema técnico

– Entonces es un problema de gestión, no financiero.

– No, es un problema técnico.

– Pero si se venían demandando desde hace tiempo y se tarda tanto en darse cuenta de su necesidad, ¿es más un problema de gestión que de dinero?

– No, ni de financiación, ni tampoco de gestión. Es un problema de que se concibió con un plano técnico determinado y ahora necesita un reformado.

– Pero ¿habrá un responsable?

– No, porque no nace como un hospital comarcal.

– De acuerdo, pero alguien tuvo que decidir, de forma poco acertada, que fuera un centro sociosanitario y no un hospital comarcal de segundo nivel, ¿no?

– Bueno, pero nosotros, que ahora tenemos la responsabilidad de llevar sanidad, incluimos en nuestro programa los hospitales del norte y el sur y se ha cumplido. Y esos dos centros van a ser de segundo nivel y ya tienen ficha financiera. Una cosa es que haya un concepto de hospital y otra es hacerlo. Ya hay ficha financiera, gracias al gran esfuerzo financiero que ha hecho la Consejería de Sanidad, en definitiva, todos. Esta consejería, junto con Hacienda, ha puesto el dinero para construirlo, pagar el reformado que hay que hacer y, además, vestirlo, porque los hospitales hay que vestirlos, como las personas, para lo que también hay financiación. Porque cuando uno programa sin ficha financiera, es muy sencillo.

– ¿Los veremos pronto terminados?

– La fecha exacta no la sé. Los reformados están terminándose. El hospital del norte está muy avanzado y el del sur, que es otro concepto arquitectónico distinto, ya va. Desconozco la fecha exacta, pero esto se va a poner a buen ritmo y los tendremos pronto. Y cuando digo pronto no estoy eludiendo la pregunta. Si no hay ninguna variable más en un año y medio, podremos ver ya resultados muy positivos.

– ¿Qué opinión le merece lo publicado en las últimas semanas en relación al funcionamiento del Servicio de Cirugía Cardiaca del HUC?

– Primero, me da tristeza. Es un problema laboral estricto. Lo conozco muy bien y debo decir que el Hospital Universitario de Canarias es uno de los buques insignia de la sanidad española y canaria; que los profesionales que trabajan en el HUC se merecen un profundo respeto; que los resultados recientes en Cirugía Cardiaca son excepcionales, buenísimos.

– Pero la auditoría…

– No hay auditoría, porque para auditar hay que ser auditor, sino una evaluación externa independiente, realizada por dos miembros que nombró la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular a petición de la dirección médica del HUC. Se refiere a unos años determinados en los que se detecta una determinada mortalidad. Es lo que hay. No hay temas negligentes. Cuando un periodista tiene una noticia, y yo soy periodista, tiene la obligación moral de contarla, pero también tiene la obligación moral de contrastarla antes de publicarla.

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