El Papa se reúne con víctimas de pederastas

El Universal, J. Jaime Hernández, 18-04-2008

WASHINGTON.— En un dramático episodio de su gira por Estados Unidos y de su pontificado, Benedicto XVI encaró ayer a cinco víctimas de sacerdotes pederastas en un encuentro tan intenso como inesperado en las instalaciones de la nunciatura apostólica.“Fue un momento de gran conmoción. Cada una de las víctimas pudo intercambiar algunas palabras con el Papa y a algunas se les escaparon las lágrimas mientras contaban sus historias”, dijo el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, al describir un pasaje que podría definir el futuro del catolicismo en Estados Unidos y el legado de Benedicto XVI.El acto, fuera de agenda, fue organizado por Sean O´Malley, cardenal de Boston, una de las ciudades más afectadas por los escándalos de pederastia.El encuentro entre un Papa y las víctimas por abusos sexuales de sacerdotes es un hecho sin precedentes que —según aseguraron—, “demuestra la determinación de Joseph Ratzinger por sanar heridas y conseguir la reconciliación con la comunidad católica en Estados Unidos”.Desde el año del 2002, cuando estallaron los escándalos en Estados Unidos, el entonces papa Juan Pablo II había evitado viajar a la Unión Americana. Ha sido Benedicto XVI el encargado de emprender el difícil camino de una reconciliación que se ha saldado con poco más de 600 denuncias por abusos y más de dos mil millones de dólares en indemnizaciones.Según la caracterización de Lombardi, Benedicto XVI escuchó a las víctimas y “les dedicó palabras de aliento y de esperanza”. Les aseguró que rezaría “por sus familias y por todas las víctimas de abusos sexuales”. El cardenal O´Malley entregó una lista al Papa con los nombres, sin los apellidos, de más de mil personas que han sufrido abusos sexuales por parte de sacerdotes de la diócesis de Boston, para que “rece por ellos”.Empeñado en tratar de dejar atrás “el trágico episodio” de los sacerdotes pederastas que abusaron contra niños y trabajar a favor de la reconciliación, el Papa decidió aceptar así un encuentro sin precedentes en la historia de la Iglesia católica que, además, constituye una llamada de atención para las órdenes religiosas y sacerdotes implicados en escándalos de pederastia.Un estudio hecho público en 2004 aseguró que en los últimos 50 años más de 11 mil niños fueron víctimas de abusos sexuales por parte de 4 mil 450 sacerdotes. El estudio fue realizado por la Universidad John Jay de Justicia Criminal por encargo de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.Agobiado por una intensa jornada de actividades, Benedicto XVI había encabezado por la mañana una multitudinaria misa en el estadio de béisbol National Park, donde se dirigió en español a los miembros de la comunidad inmigrante para pedirles “no dejarse vencer por el pesimismo” y para asegurar que la Iglesia católica seguirá siendo puerto seguro para quienes representan el futuro del catolicismo en este país.“La Iglesia de Estados Unidos, acogiendo en su seno a tantos de sus hijos inmigrantes, ha ido creciendo gracias también a la vitalidad del testimonio de fe de los fieles de lengua española”, afirmó el Pontífice en una ceremonia que reunió a casi 50 mil asistentes.La comunión del papa Benedicto con una comunidad inmigrante que hoy vive tiempos difíciles en Estados Unidos, se convirtió en uno de sus actos centrales en el marco de una histórica visita.La defensa del Papa a favor de los inmigrantes no ha pasado desapercibida para algunos legisladores de conocida vena antiinmigrante, como el republicano Tom Tancredo, quien en un comunicado criticó la intromisión del papa Benedicto XVI en la política migratoria del país.“No estoy criticando la autoridad moral del Papa y respeto sus puntos de vista sobre las amenazas de la inmigración islámica. Sin embargo, no es parte de su trabajo involucrarse en la política estadounidense”, dijo Tancredo.

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