Nos habla en español

El Universal, J. Jaime Hernández, 18-04-2008

WASHINGTON. Con el rostro perlado de sudor y los ojos anegados de lágrimas, Pedro García, un inmigrante de Puebla, apretaba la mano de su hijo Gabriel mientras estiraba el cuello y escuchaba al Papa.Ves mhijo? ¡El Papa está hablando en español! ¡El Papa está con nosotros! !Reza por nosotros!, le decía Pedro a su hijo Gabriel, mientras éste le miraba con los ojos achinados bajo la luz del sol.El mensaje de Benedicto XVI en español levantó una oleada de entusiasmo en la muchedumbre de rostros morenos, de esos sin papeles a quienes se les hizo “el milagrito” de tener un boleto para acudir a la misa que convirtió en acto de fe a favor de los inmigrantes.Queridos hermanos y hermanos de lengua española, dijo Benedicto XVI para conseguir que una ovación se elevara desde el patio central y las gradas. Deseo saludarles con las mismas palabras que Cristo resucitado dirigió a los apóstoles: La paz sea con ustedes.Nosotros tuvimos mucha suerte. En cuanto supimos por la radio que había boletos para venir a ver al Papa, nos fuimos corriendo a la arquidiócesis, dijo Marcelina Macías, una inmigrante de Zacatecas que pertenece a un movimiento neocatecumenal en California.En el camino hemos tenido algo de miedo porque no tenemos papeles. Pero valió la pena ver al Santo Padre, dice Marcelina con el rostro iluminado, mientras observa hipnotizada la pantalla gigantesca con la imagen escarlata de Benedicto XVI.Hoy el Santo Padre demostró que su corazón está del lado de los inmigrantes, deslizó Carolina Guevara, portavoz de la Arquidiócesis de Los Ángeles, mientras contemplaba un acto que fundió el fervor y la fe de casi 50 mil almas en el estadio National Park.El Papa ha recordado que la Iglesia católica fue fundada en Estados Unidos por inmigrantes. Y hoy, los inmigrantes de este país simbolizan su pasado y representan su futuro, dijo Guevara mientras las voces los de inmigrantes se sumaban al grito que recorrió las tribunas: !Que Viva el Papa!.La ceremonia, que fue trasmitida a través de pantallas gigantes para que aquellos que no pudieron ingresar al estadio escucharan la homilía desde fuera, alcanzó el clímax cuando el tenor español Plácido Domingo entonó el Panis Angelicus.Yo he traído a mis hijos para ver al Papa y quiero que mis nietos sigan la tradición y no abandonen su fe que es lo que nos mantiene unidos, dijo Roberto Nieto, un modesto mecánico que ha viajó durante una semana desde Arizona con sus seis hijos y su esposa hasta el estadio de béisbol.

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