Nadie se salva de la crisis

Los inmigrantes optan por aguantar en la región a la espera de otro nuevo ciclo económico

Las Provincias, A. G. R., 12-04-2008

La crisis económica siempre se cobra sus primeras víctimas entre los más débiles. Y en este caso, por ingresos, estabilidad económica y sector de ocupación, los inmigrantes asentados en la Comunitat son los primeros damnificados. No obstante, tanto magrebíes, como ciudadanos del Este, suramericanos y subsaharianos mantienen su intención de seguir en España. Aguantar a la espera de que los tiempos de bonanza regresen. La travesía no será fácil.



suramericanos

“No se ha tocado fondo”

El presidente de la asociación de suramericanos Rumiñahui, Edgar Constante, no encuentra muchas razones que le hagan ser optimista de cara al futuro para los 181.000 personas de América del Sur que residen en la región. “No hemos tocado fondo en esta crisis tan importante en el sector de la construcción y que ha sido consecuencia de la especulación”. Sus compatriotas ya han empezado a notar las estrecheces impuestas por la desaceleración y las facturas cada vez se convierten en una losa más pesada. Entre ellas, por supuesto, la hipoteca. “Cada vez viene más gente a la asociación porque no pueden pagar la hipoteca. Cuando se compraron la casa les suponía unos 400 euros al mes. Ahora esto es el doble”.

La nueva situación, sin embargo, no hace que piensen en el regreso. O al menos no sería esta una decisión mayoritaria. “Claro que algunos se quieren ir, pero también hay gente que se marchó hace un año y que quiere volver a España”. Así pues, se dan los dos casos. Pero la mayoría se propone aguantar. “Será como mucho dos años”, aventura. Periodo para intentar buscar refugio en otros sectores, como el de hostelería y establecimientos hoteleros “y esperar a que pase el temporal”.

Porque no sólo los hombres han sido víctimas de la desaceleración. También les ha pasado factura a las mujeres, las empleadas en el servicio doméstico. “Se sigue trabajando, pero menos. Las familias se gastan menos dinero que antes en asistentas”.

Y es que, por ejemplo, tampoco la situación en Ecuador implica ahorrar mucho dinero. “Un alquiler medio cuesta entre 300 y 400 euros. Y además la leche, el aceite y la ternera, por citar tres ejemplos, son más caros que en España”.



Magrebíes

Regreso imposible

El ex presidente de la Asociación de Argelinos en la Comunitat Valenciana, Talbi Mouloud, considera que en la actualidad no se dan las condiciones suficientes de estabilidad y seguridad para que sus compatriotas regresen a Argelia. Por suerte, ellos no están tan afectados directamente por la crisis como los ecuatorianos o rumanos, ya que se dedican mayoritariamente al comercio. Pese a todo no se salvan de la recesión. “Sí que se está notando en el gasto familiar, ahora se consume mucho menos que antes. La gente ahorra más”.

Pero ni mucho menos ha llegado la hora de regresar a su país de origen, “donde los sueldos medios se sitúan en unos 120 euros prácticamente casi lo que vale el alquiler de una vivienda”. Más de 70.000 personas de Argelia y Marruecos residen en la Comunitat.



países del este

Miedo a las consecuencias

La presidenta de la asociación de países del Este, Ángela Plancsintar, no oculta su preocupación sobre la nueva coyuntura. “La crisis tendrá una gran influencia, mucha gente se irá al paro”. Pero, aunque se dan casos de personas que prefieren regresar a sus países, no es esta la opción prioritaria. “Quizá si la crisis se prolonga mucho…entonces cambien de decisión”, aventura.

Plancsintar apuesta por la reconversión para que los inmigrantes realicen cursos que les permitan acceder a otros puestos de trabajo. “Aunque existe la falsa creencia entre los extranjeros que lo que no cuesta dinero no vale para nada”. Pero para los que regresen tampoco allí la vida resulta fácil. Por ejemplo, un alquiler en una ciudad de Hungría supera los 400 euros sin muchos problemas “cuando el sueldo de un licenciado no sobrepasa los 600 euros”. Además, los suministros como agua y luz han subido considerablemente en los últimos años.



África subsahariana

Mejor aquí con crisis

El nigeriano Anthony Alamee lleva más de dos años residiendo en Valencia al igual que otros 5.000 compatriotas suyos lo hacen en toda la Comunitat. “Sí que hay gente que necesita ayuda porque ahora es más difícil encontrar un trabajo. Y si a eso le sumas que muchos no tienen permiso de residencia ni de trabajo…” Pese a todo a nadie de los que conoce se le pasa por la cabeza regresar. Ni mucho menos. “Los que han llegado aquí han hecho mucho esfuerzo por venir y ahora no se van a ir. Es mucho más difícil vivir allí que en España, aunque aquí haya crisis”.

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