Comentario de el día

Inmigración: no se debe mirar para otro lado

El Día, , 09-04-2008

¿TENDREMOS QUE CALLARNOS y no decir nada sobre el incesante flujo de la inmigración a Canarias, porque algún que otro “plumilla” ruin pueda acusarnos de xenófobos o racistas? Pues no. Desde estas páginas, a diario, se da cuenta de las necesidades que pasan los inmigrantes que llegan a las Islas, lamentamos inmensamente la muerte de muchos de ellos cuando tratan de arribar a un futuro mejor que Canarias no les puede ofrecer, ya ni siquiera como tránsito a una Europa que les ha dado desde siempre la espalda, aunque muchos de estos países emisores de emigrantes hayan sido colonias de otros europeos que hoy miran para otro lado, que, en definitiva, les da lo mismo mientras que sólo lleguen a estas Islas. Y a la hora de abordar este problema, los referidos “plumillas” inconscientes no hacen nada por ellos, ni siquiera les dan un bocadillo; eso sí, se llenan la boca con palabras políticamente correctas como la solidaridad, la integración, etc., cuando en realidad su compromiso no pasa de la demagogia. ¿Y los inmigrantes interiores de las Islas? Sí, aquellos que tienen que buscar un lugar para comer cada día y sortean el hambre de sus familias como pueden, aquellos catalogados como pobres por Cáritas que no llegan a fin de mes y necesitan ayudas. ¿Se acuerdan de ellos? ¿Qué hacen por su propia gente, la que conocen de los barrios más pobres de las ciudades de Canarias? ¿Reclaman también para esa nube de desprotegidos del sistema una acción social al menos equiparable a la que reciben los desposeídos que llegan por cayucos a las Islas?

¿Culpables? Los primeros, los gobiernos de los países de origen, dirigidos por déspotas adinerados a costa de la sangre y la vida de sus propios ciudadanos, incapaces de evitar que su gente muera en el efímero brazo de mar que separa sus sueños de la realidad. ¿Más culpables? La Unión Europea y España, que miran para otro lado o entierran la cabeza como el avestruz, y permiten la entrada por puertos, aeropuertos y playas y generan así una situación de expectativas que después no son capaces de afrontar. Al fin y al cabo, deben pensar que llegan a otra colonia ¿no? Y ojos que no ven…

  • * *

Especialmente alarmante es la situación de la tan comentada crisis inmobiliaria. Los datos no son nada esperanzadores, al menos hasta bien entrado el año 2009, por lo que nos queda un tránsito de pérdida de empleos y bajón económico importantes, algo que reflejó el doctor en Negocios y Ciencias de la Dirección del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), José Luis Suárez, el pasado lunes en Santa Cruz en unas jornadas sobre financiación inmobiliaria.

Nada halagüeño el panorama, máxime si se tiene en cuenta – y enlazamos con el tema anterior- que una parte importantísima de la mano de obra sin cualificar que llega a las Islas a través, fundamentalmente, de los aeropuertos, calculan que se quedaría sin empleo o tendría que reciclarse. ¿Habrá cama para tanta gente?

  • * *

Por lo dicho en los comentarios anteriores, este país necesita, además de la soberanía, una política conducida por otros hombres y mujeres, con otras estrategias, otras empresas y economistas que sepan sacar de Canarias el potencial económico que tenemos.

No son territorios mayores Singapur, Shanghai, Hong Kong, Malta o Mónaco, lugares en donde las capacidades de sus habitantes han hecho de estos enclaves geográficos destino de un buen número de inversiones que les permiten vivir dignamente.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)