El sueño del Sr. King

ABC, Ignacio Serrano, 04-04-2008

Quién sabe cómo sería nuestro mundo si por él no hubieran pasado personajes como Gandhi, Nelson Mandela o Martin Luther King, luchadores incansables por la paz, la convivencia y la igualdad de oportunidades entre los seres humanos, que en demasiadas ocasiones han pagado con su vida por no arrodillarse ante la injusticia.

Mahatma Gandhi fue un trágico ejemplo de que la intolerancia es un enemigo peligroso cuando se defiende la libertad y la igualdad de las razas y credos (fue asesinado por un fanático integrista hindú), pero a pesar de ello, siempre fue un modelo para el «Doctor King», como se le conocía popularmente, cuando emprendió su protesta no violenta contra la segregación racial en Estados Unidos. Pero tristemente, su destino fue el mismo. Hoy se cumplen cuarenta años del asesinato de Martin Luther King.

«Tengo un sueño»

El Doctor King, pastor de la iglesia baptista, aplicó la filosofía de la no violencia predicada por Gandhi a las protestas organizadas por el SCLC, (Conferencia Sureña del Liderazgo Cristiano) un grupo creado en 1957 para organizar el activismo por los Derechos Civiles, ante la situación de inferioridad de la raza negra en la sociedad estadounidense.

King dio el paso definitivo para iniciar su odisea contra el racismo al apoyar en 1955 a una costurera, llamada Rosa Parks, que se negó a cumplir la llamada «Ley Jim Craw», que era vigente en todo el sur de Estados Unidos. y que obligaba a los negros a ceder su asiento en el autobús a los blancos. Parks fue sometida a juicio y condenada por «conducta escandalosa». Entonces, cientos de hombres y mujeres de la comunidad negra, liderados por M. L. King, planearon un boicot a la compañía de autobuses, negándose a viajar en ellos durante un año. Poco después, el Tribunal Supremo dictaminaba que los autobuses segregacionistas eran anticonstitucionales. lográndose la primera victoria contra el segregacionismo racial en Estados Unidos.

Desde aquel momento, King fue objeto de continuas amenazas por parte de descerebrados grupos extremistas que defendían la supremacía blanca, y que llegaron a tirotear su casa. A pesar de que también la policía le golpeó y arrestó en varias ocasiones, siempre defendió las estrategias no violentas para lograr sus objetivos.

King lideró varias manifestaciones de protesta contra la segregación racial, pero la más recordada es la «Marcha por la Libertad y el Trabajo» de 1963, que acabó frente al monumento a Lincoln (en la imagen de la izquierda), lugar en el que el pastor daría un discurso con una frase que quedaría para la historia: «Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano».

El fin del viaje

Tras años de lucha, King ya estaba acostumbrado a las amenazas, y aunque las tomaba en serio, no podía controlar cada momento y cada lugar. Por eso, se le pudo ver paseando tranquilamente (en la fotografía de arriba a la derecha) por el mismo balcón en el que sería asesinado horas más tarde, a manos de un francotirador.

Aquella mañana del 4 de abril de 1968, hace exactamente cuarenta años, el Doctor King se preparaba para liderar una marcha local en ayuda del sindicato de basureros negros de la ciudad de Memphis. En un momento de descanso, salió al balcón de la habitación de hotel en la que se hospedaba, y recibió un disparo mortal.

James Earl Ray, apodado «El Pillo» (en la imagen de la derecha), fue detenido dos meses más tarde, y tras confesar su autoría en el homicidio, fue sentenciado a 99 años de cárcel. Sin embargo, al cabo del tiempo aseguró haber sido víctima de una conspiración, y hoy, diez años después de su muerte. la familia de King cree que no tuvo nada que ver con el asesinato. Otro asesinato más, que intentó poner freno a las ansias de libertad y justicia.

Ignacio Serrano

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)