| MADRID

Los compatriotas son afectados por el desempleo y las pocas posibilidades de ser residentes.

No hubo carta de despido, solo una llamada para decirle que en la obra ya no cuentan con él, ni con ninguno de sus compañeros de andamio.  Manuel Encalada cayó en el desempleo “de un día para el otro”, por la crisis en el sector de la construcción que golpea a España.

El desplome del negocio del ladrillo, sobre el que se sostenía parte de la economía del país europeo, ha llevado al paro a 58.939 extranjeros. Si el escenario no cambia, el quiteño de 43 años no descarta regresar a su ciudad natal “para no pasar hambre en tierras extrañas”, sostiene.

Según el estudio ‘Ecuatorianos en España: una aproximación sociológica’, de Emilio José Gómez Ciriano y Andrés Tornos Cubillos, tres de cada diez ecuatorianos aspiran a quedarse en ese país. Un porcentaje similar piensa volver.

Lo cierto es que la comunidad ecuatoriana no es precisamente la que en mayor número abandona voluntariamente suelo español para reinstalarse en su país de origen, “aunque pudiera incrementarse por la crisis”, vaticina Óscar Jara, representante de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) en España.

Colonias como la boliviana o la brasileña, con un importante conglomerado de personas recién llegadas y sin documentación, encabezan en estos días la nómina de peticiones de retorno a través de las siete entidades (Cruz Roja, Accem, Cepaim, MPDL, Rescate, Organización Internacional de las Migraciones –OIM– y Caritas) que disponen de planes en esta línea, financiados por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Los datos de la Dirección General de Integración de Inmigrantes permiten deducir que la reducción en el número de retornos de ecuatorianos coincidió con el último proceso de regularización que hace tres años emprendió el Gobierno socialista y que benefició a 122.636 connacionales. Entre el 2003 y el 2004, 347 inmigrantes nacidos en Ecuador pusieron fin a su proyecto migratorio de manera voluntaria. Las escasas posibilidades de acceder a un  permiso de residencia y la situación de desempleo y precariedad empujaron a muchos inmigrantes a tomar esa decisión, sostiene Carmen Peñalba, de la OIM. En el 2005, en cambio, constan registrados 80 casos; en el 2006, 50; y en el 2007, 34.  Hasta ahora, el programa de retorno voluntario con financiamiento público se ha dirigido a personas en riesgo de exclusión y bajo un planteamiento asistencial (las ONG costean el boleto de avión y entregan una cantidad de dinero, entre 150 –$ 240– y 400 euros –$ 640–, para reinstalarse en origen).

El Gobierno español pretende conseguir que la fórmula evolucione para vincularla al concepto de codesarrollo. Una comisión mixta que perfila un plan para que las personas interesadas en regresar lo hagan a través del emprendimiento de proyectos productivos, iniciativa que complementa el Plan de Retorno de la Senami.

CIFRAS: Registrados

415.328
Empadronados. Esa cantidad de ecuatorianos  están registrados en España. De ellos, 395.808 disponen de una tarjeta de residencia.

5.000
Inmigrantes.  De ese total, la mayoría latinoamericanos, regresaron a sus países de origen en los últimos cinco años gracias a un programa del Gobierno español.