Repatrian restos de náufragos

El Universal, Alberto López, 03-04-2008

JUCHITÁN, Oax.— Acongojado ante los 10 féretros metálicos, listos para ser subidos al avión, el cónsul salvadoreño, Nelson Cuéllar Hernández, señaló: “Aquí se cierra un triste episodio marcado por la tragedia que sufren los migrantes”.El diplomático quiso añadir más, pero la voz se atoró entre sus encontrados sentimientos por la pérdida de vidas que “buscaban un mejor porvenir” y por la repatriación de sus connacionales muertos en un naufragio el año pasado.El “triste episodio” había comenzado en la lluviosa noche del martes 16 de octubre, con el incidente de la lancha que, procedente de Puerto Ocoz, Guatemala, se hundió en las agrestes aguas del Pacífico sur, sacudidas por un frente frío. De acuerdo con las versiones de la primera sobreviviente, Noemí Estela Martínez Orellana, hallada casi moribunda por el pescador ixhuateco Juan Toledo, en la lancha viajaban 25 indocumentados centroamericanos. Marinos de la Armada de México rescataron a tres sobrevivientes y 13 cadáveres diseminados en la zona lagunar de Mar Muerto. De ellos, los cuerpos de 10 salvadoreños partieron ayer de regreso a su patria, lejos del sueño americano.Conmovido, el cónsul salvadoreño dijo que esperaba que una tragedia de esa magnitud no volviera a repetirse, aunque recordó que en 2007 murieron 22 de sus connacionales en su intento de llegar a Estados Unidos.Llama a evaluar los riesgos“Es cierto que mis paisanos piensan en la reunificación con sus familias que huyeron de la guerra civil que afectó a nuestro país entre 1981 y 1992, pero les pido que piensen bien en los riesgos que ello representa”, indicó.A punto de enfilar a las instalaciones militares, Cuéllar Hernández expresó de nueva cuenta palabras de agradecimiento hacia las autoridades de Oaxaca y de México “por la búsqueda de los náufragos, el entierro digno que les dieron y la repatriación”.Los náufragos, sepultados en una fría tarde de octubre en el panteón Domingo de Ramos de esta ciudad, fueron exhumados la semana pasada.Ayer, a cinco meses de la tragedia, se cerró “el triste episodio” de los salvadoreños que intentaron reunirse con sus familiares en Estados Unidos. El agente del Ministerio Público de la Federación, Rolando Pánfilo Morán, entregó físicamente los cuerpos al cónsul.Después, el avión Hércules de la Fuerza Aérea Salvadoreña surcó los aires con los restos de quienes murieron en el intento de migrar a Estados Unidos.Aquí, en tierra, el Fiscal Ariel Ceballos Valencia, responsable de la investigación, dijo que el expediente “sigue abierto”, no sólo porque aún permanecen sepultados en esta ciudad tres cuerpos más, sino porque continuará la búsqueda de los polleros.

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