Los inmigrantes argelinos que desde el lunes se concentraban en la Plaza de España abandonaron su protesta a mediodía de ayer después de haberse reunido con el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. Según se informó desde la Delegación del Gobierno, Chacón mantuvo un encuentro con representantes de los 53 argelinos, a quienes les trasladó que, como ya ocurriera con los inmigrantes indios y bengalíes que se concentraron hace un mes, su situación también será analizada.

Tras obtener el compromiso expreso de que todos los expedientes van a ser estudiados, los inmigrantes decidieron poner fin a la huelga de hambre que habían iniciado 24 horas antes para exigir su traslado a la Península y, de este modo, obtener un permiso de residencia que les permita optar a un puesto de trabajo. Antes de mantener ese encuentro con José Fernández Chacón, un representante de los argelinos concentrados recordó a los medios de comunicación que muchos de ellos llegaron a Melilla hace cuatro años «junto a sus familias», de ahí que solicitasen una respuesta al delegado del Gobierno «para que regularice nuestra situación». «Queremos que el responsable de la Delegación del Gobierno nos reciba y nos dé una solución para poder dejar la ciudad, ir a la península y buscar trabajo», subrayó el argelino, quien matizó que «hemos venido a España para tener un trabajo y no para comer y dormir en el CETI».

Aunque en un principio ninguno del grupo estaba dispuesto a deponer su decisión de continuar con la huelga de hambre iniciada el lunes si la Delegación del Gobierno no atendía sus reivindicaciones, «porque tan sólo bebemos agua y así continuaremos durante el tiempo que sea necesario», la reunión mantenida con José Fernández Chacón motivó su regreso al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, cumpliéndose así con el deseo del organismo gubernamental para que ayer se pusiese fin a la concentración.